El 10 de diciembre la casa Sotheby's subastará en Nueva York uno de esos coches únicos, el Ferrari 290 MM Scaglietti Spyder de 1956 realizado expresamente para Juan Manuel Fangio. Aquella temporada el argentino se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 tras recalar ese mismo año en las filas de Ferrari procedente de Mercedes. En Maranello le premiaron con este bólido, con el que corrió posteriormente la Mile Miglia y con el que quedó cuarto, aunque el ganador lo hizo con un vehículo identico a éste, que buscará dueño próximamente.
Debido a su historia, íntimamente ligada a una leyenda de la Fórmula 1 como Fangio, a su perfecto estado de conservación y a la cotización del modelo en sí, no es de extrañar que su precio de salida sea de 28 millones de dólares –unos 24,6 millones de euros–. Sí, estamos ante la subasta de uno de los coches más valiosos del mundo, pero ¿Llegará a ser el automóvil más caro de cuantos se han vendido jamás?
Pues es lo más probable es que sí, sobre todo si tenemos en cuenta que ese récord está en manos de otro Ferrari, un 250 GTO Berlinetta cuyo dueño pagó 38,1 millones en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach celebrado el pasado año.
El Ferrari 290 MM monta un motor V12 atmosférico de 3.5 litros que desarrolla 320 caballos a 7.200 revoluciones, lo que le en la época le permitía alcanzar una velocidad punta de 280 km/h.
Tras rodar en doce pruebas después de aquella memorable Mile Miglia, el 290 MM pasó a formar parte del museo de Pierre Bardinon que lo conservó en perfectas condiciones durante 34 años. Después, un coleccionista europeo se hizo con él por una cantidad tan desconocida como su identidad, aunque sea él quien lo lance ahora a subasta. Si su valor es el que se presume, podemos comprenderle.
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