El actual gobierno se plantea modificar el actual impuesto de matriculación para que no sólo se tenga en cuenta las emisiones de dióxido de carbono (CO2) como hasta ahora, sino que también se atienda a otra serie de gases nocivos que emiten, en mayores cantidades, los motores Diesel.
"En principio, las comunidades autónomas están de acuerdo" y los ayuntamientos desean analizar antes las consecuencias recaudatorias, ha explicado hoy el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, tras reunirse la conferencia sectorial de medio ambiente.
Ramos ha indicado incluso que no hay aún ninguna estimación económica sobre el impacto que tendría la reforma porque "se trata de tener un instrumento fiscal más potente para que los ayuntamientos puedan hacer que en sus calles circulen coches con menos emisiones", ha continuado.
Los vehículos que más emiten no son únicamente los de CO2, sino también los de NO2 de nitrógeno y partículas en suspensión (diesel), tal y como recogía el Plan de Calidad del Aire, aprobado por el anterior Gobierno socialista. Este plan, que se elaboró "sin consenso de las comunidades autónomas y sin la participación de los ayuntamientos", también será objeto de revisión, ha añadido el alto cargo.
Aunque la sequía no estaba en el orden del día de la conferencia sectorial, ha explicado que un posible decreto de sequía tendría una vertiente para el medio ambiente y para la agricultura. Desde la perspectiva ambiental, los embalses se encuentran al 62,5% de su capacidad, los acuíferos al 50% y las previsiones es que el régimen pluviométrico "se normalice" en el mes de abril.
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