Concebido únicamente para conmemorar el 100º aniversario del nacimiento de Ferruccio Lamborghini, fundador de la marca de Sant'Agata Bologneses, este deportivo está dispuesto sobre un monocasco de fibra de carbono, material que recubre también la mayor parte de una carrocería decorada al gusto de cada cliente. No hay dos Lamborghini Centenario iguales y por lo que estamos pudiendo comprobar, tampoco hay ninguno discreto.

Si hace unos días te contábamos que la primera unidad entregada de este modelo era de color naranja, en esta ocasión te presentamos una bicolor en la que el blanco perlado es el color predominante, en contraste con el negro del carbono que da forma a los diferentes elementos aerodinámicos y con una banda longitudinal con los colores de la bandera italiana que recorre toda la superficie superior.

Pero lo mejor de este vídeo, servido por el Youtuber ZellusCars es que por primera vez podemos ver al Lamborghini Centenario en acción. Vale, no esperes ver su vuelta rápida a ningún circuito, ni siquiera un derrape ni nada por el estilo. Su conductor se limita a arrancar el V12 de 6.5 litros y 770 caballos y a salir tranquilamente de paseo por las calles parisinas pero es que hasta ahora no habíamos visto en movimiento a esta joya de la automoción y es algo que no deja de ser digno de admirar.

Recordemos que cada Lamborghini Centenario está valorado en unos 1,75 millones de euros, aunque los descapotables superan los 2 millones. Todos ellos están capacitados para acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima próxima de 350 km/h.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.