Nos hemos habituado a circular por las calles de las principales ciudades europeas superando badenes, esos incómodos montículos que resultan tan incómodos como eficaces a la hora de reducir la velocidad del tráfico. A pesar de que en países como el nuestro existe una normativa para regular el tamaño, forma y composición de éstos, a menudo nos encontramos con algunos notablemente más grandes de lo permitido y es entonces cuando echamos de menos conducir un SUV como el Range Rover Evoque.

“Tonterías”, estarás pensando. “Mi turismo es capaz de pasar por encima de un badén tan rápido como un todocamino”. Bien, pues sentimos mucho llevarte la contraria pero es que eso depende directamente del tamaño de dicho ‘guardia tumbado’ y no hay mejor ejemplo gráfico que el que plantea Land Rover en este vídeo.

Para demostrar que el Range Rover Evoque es definitivamente el rey de la ciudad, decidieron instalar “el padre de todos los badenes” como ellos lo han denominado o lo que es lo mismo, el badén más grande del mundo. Las señales lo advertían, la gente no cabía en su asombro pero por mucho que algunos quisieran rodearlo u otros lo usaran para endurecer su etapa de running diaria, el gigantesco montículo seguía imperturbable, ocupando las dos direcciones de la calle.

Algunos turismos trataron inútilmente de superarlo hasta que irrumpió en escena el Evoque y entonces sucedió esto:

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.