Según una de las estimaciones más recientes, la aportada por Red Eléctrica de España (REE) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en nuestro país hay 63.000 vehículos eléctricos y unos 5.000 puntos de carga públicos. Estas cifras corrrsponden a finales de 2018, pero ante un previsible –y exponencial según diversos estudios– incremento de la movilidad eléctrica, ¿está el sistema energético español preparado para esta demanda? De hecho, las estimaciones prevén entre 2,5 y 4,5 millones de vehículos en 2030, un crecimiento que será de forma escalonada en los próximos años.

Pues según datos recogidos en la Guía de movilidad eléctrica para entidades locales presentada por ambas entidades, el sistema de generación y transporte de energía eléctrica español está preparado para el previsible despegue del vehículo eléctrico que se espera durante la llamada transición energética, aunque será recomendable realizar algunas inversiones en la red de distribución.

Es necesario desarrollar infraestructuras de recarga públicas que den respuesta a las necesidades de los vehículos.

Sin embargo, para la llamada recarga inteligente –aquella que por ejemplo se programa y se realiza a distancia– haría falta un sistema eléctrico más eficiente y una mayor presencia de energías renovables. El punto crítico de esta situación se da en la relación entre el vehículo y las infraestructuras, dado que se requiere una relación fluida entre ambos. Es aquí, tal y como recoge este informe, donde se deberían utilizar las mencionadas energías renovables.

También resultan clave los llamados agregadores de demanda, empresas que gestiona varios puntos de recarga, permitiendo así un sistema sostenible desde el punto de vista económico.

En este sentido, con las necesidades medias de movilidad actuales que requieren una energía de 6 kWh al día, por cada millón de vehículos eléctricos se requerirá 2.190 GWh de energía adicional, lo que supone menos del 1% del total de la demanda nacional de energía.

En este sentido, tanto Red Eléctrica de España (REE) como la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), aseguran que el sistema eléctrico español ya ha abordado en el pasado incrementos de demanda muy superiores a los que se estiman en una utilización como la que se estima para el vehículo eléctrico, aunque es recomendable una gestión óptima de la recarga y con inversiones adicionales en nuevos transformadores y un aumento de la sección de los conductores eléctricos que permita más capacidad y resistencia.

Por cada millón de vehículos eléctricos se requerirá 2.190 GWh de energía adicional, lo que supone menos del 1% del total de la demanda nacional.

De todas formas, desde ambas entidades sugieren, que si bien el sistema de generación y transporte de energía está preparado, es necesario desarrollar infraestructuras de recarga públicas que den respuesta a las necesidades de los vehículos. En este sentido ya se está avanzando. Así, en los entornos urbanos los puntos de recarga ya se han empezado a ubicar en zonas estratégicas y de mayor concurrencia, como por ejemplo aparcamientos públicos, de centros comerciales, hoteles, etc.

También es necesaria una mayor presencia de puntos de recarga en carreteras interurbanas y la creación de los llamados hubs –varios puntos juntos–. Por último, la ubicación y control de estos puntos resulta básico para ir adaptando la demanda a la oferta que se produzca y así hacer más efectivo el despliegue.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.