Estamos en China, concretamente en la ciudad de Anhui, una tranquila localidad del noreste del país asiático donde algo sencillamente insólito está a punto de suceder. Las cámaras se centran en un vehículo que circula a una velocidad anormalmente reducida, con las luces de emergencia activadas y por el carril central de una amplia avenida, ¿qué le ha podido suceder a su conductor? La respuesta está justo encima del coche.

Un hombre de mediana edad y completamente ebrio circula sobre el techo del vehículo, un Chevrolet Cruze de color blanco que va sembrando el caos a su paso. Absolutamente fuera de sí, el ‘conductor’ –por llamarlo de alguna forma- se comporta como si estuviera encima de un escenario y aclamado por las voces de su interior, no duda en bailar mientras su Chevy avanza completamente a la deriva.

La situación se vuelve más peligrosa cuando dos camiones irrumpen en escena y es que aunque ambos le rebasan por la derecha con total normalidad –quizá sin advertir bien la situación– nuestro protagonista pierde ligeramente el equilibrio al contemplarlos. Finalmente, logró incorporarse y terminó su disparatado show ileso aunque eso sí, poco después fue detenido.

El vídeo fue grabado el pasado 26 de agosto y todavía se desconocen las causas que motivaron a este joven a realizar semejante tropelía. Lo que es incuestionable es que no le saldrá gratis pues según reflejan diversos medios locales, perderá su carné de conducir y se enfrentará a una elevada multa debido a las múltiples infracciones acometidas. Ya sabes si bebes no conduzcas, pero si conduces procura no hacerlo desde el techo. No tiene volante.

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.