Estamos en el viejo circuito de Nürburgring-Nordschleife, concretamente en una de sus curvas más difíciles, Fuchsröhre–o Foxhole, como prefieran– cuando de repente aparece en escena un BMW Serie 2 Gran Tourer con el distintivo de taxi y a toda velocidad.
El monovolumen se precipita sobre la curva a derechas, entra completamente pasado, pero su conductor tiene un as en la manga. Con un certero toque al freno hace deslizar la zaga hacia el sentido adecuado, derrapa, contravolantea y acelera a fondo para que el eje delantero le empuje hacia el vértice. En un momento dado, se masca la tragedia pues parece que un vehículo tan alto y pesado como éste puede volcar…
Sin embargo, lo que protagoniza nuestro taxista particular, es el mejor drifting que hemos visto nunca a los mandos de un BMW Serie 2 Gran Tourer. Imaginamos que el cartel de taxi no era auténtico y que todo se trataba de un broma, pero de ser cierto, estaríamos ante la carrera más loca y divertida que recordamos.
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