Se suele decir que a los aficionados al motor nos corre la gasolina por las venas desde pequeños. En nuestra más tierna infancia ya comprendemos que hay pocas cosas que nos atraigan tanto como los coches pero afortunadamente, nuestros progenitores se encargan de hacernos comprender sus riesgos. Cuando esto último no sucede, podemos encontrarnos con casos tan impactantes como el que viene a continuación.

Estamos en Irak, un país en el que los aficionados al motor son legión y por lo que podemos comprobar, unos drifters desde bien pequeños. Al menos este es el caso de nuestro protagonista, un niño de sólo 3 años que se marca una buena ración de donuts con el viejo BMW Serie 5 de su padre que le se encarga de grabar al pequeño jugándose el tipo con una gran inconsciencia.

El vídeo en sí es una de las mayores imprudencias que recordamos, pero como el número termina bien resulta hasta divertido por momentos. Eso sí, desde aquí le mandamos un mensaje al padre del pequeño: si lo que querías era convertirlo en todo un Ken Block ya puedes darte por satisfecho. Su vídeo lo han visto casi tantas personas como la última gymkhana del americano así que por favor, sea consciente del peligro al que expone al chicho y no lo repita más.

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Un niño de 10 años se hace pasar por un enano tras conducir el coche de su padre 10 kilómetros

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.