El automóvil eléctrico está de plena actualidad y son constantes las noticias sobre todo en lo referido a sus beneficios, pero también habría que analizar los “daños colaterales” que un parque 100% eléctrico produciría.

Desde la consultora especializada en automóvil Solera señalan que los negocios postventa perderían un 38% de su facturación en esta llamada transición ecológica del vehículo de combustión al eléctrico, según el informe La descarbonización de la posventa presentado recientemente en el congreso de Faconauto.

Este informe aporta datos concretos y señala que hoy día el sector de la posventa factura 13.639 millones de euros anuales, pero si en 2050 el parque móvil fuera 100% eléctrico esa cifra se reduciría hasta los 8.472. Esto sucede porque en un vehículo de combustión interna se realizan revisiones cada equis años o kilómetros que con el eléctrico desaparecerían.

Los negocios postventa perderían un 38% de su facturación en esta llamada transición ecológica.

Esta bajada de ingresos se debe sobre todo al menor mantenimiento que tienen los coches eléctricos en lo que concierne al motor propiamente dicho. Y es que la parte mecánica de un automóvil supone dos terceras partes de los ingresos totales y es aquí donde se perdería un 56% de la facturación.

Este informe también señala que la pérdida de ingresos radica en que los vehículos de combustión integran 25 piezas y elementos que no están en los eléctricos: aceite y filtro, correa de distribución, bujías, inyectores, escape, etc y que entre todos ellos superan los 15.000 euros.

Como contrapartida, en el coche eléctrico lógicamente el componente fundamental es la batería. Cuesta de media unos 11.000 euros, aunque en función de la autonomía hay modelos que superan los 20.000. Si bien el coste es elevado, se supone que su vida útil ronda los 10 años, sin duda un porcentaje de tiempo no comparable con cualquier componente de un coche de combustión.

Por otro lado, en el caso de la mano de obra un vehículo de combustión interna, y a lo largo de un período de diez años, supone 3.429 euros, una cifra que se reduce en el eléctrico un 86% hasta los 489. Esto supone que el número de horas trabajadas se rebaja en un 90%, pues cambiar una batería es una labor que apenas requiere 6 horas de trabajo.

Actualmente, de los más de 26 millones de vehículos en circulación apenas el 0,1% son eléctricos.

Este informe también señala que el plazo propuesto para la electrificación es poco realista dado que actualmente de los más de 26 millones de vehículos en circulación apenas el 0,1% son eléctricos.

Así, en una hipótesis en la que el 10% anual de las matriculaciones fueran de eléctricos se tardarían 172 años en lograr electrificar el parque al completo. Si desde este año 2019 solo se compraran eléctricos se conseguiría este objetivo para 2036, es decir, cuatro años antes de lo previsto por el Gobierno.

Otro aspecto decisitvo es el precio de compra. El coste medio ronda como mínimo los 25.000 euros, cuando, según el el Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo dos de cada diez hogares en España tienen una renta media de más de 2.500 euros mensuales. Esta cantidad convierte al eléctrico en un vehículo premium, un segmento que en España supone el 15% de las ventas.

Tal y como señalan desde Solera, de momento lo que si se aprecia en el mercado es una clara transición hacia la gasolina en detrimento del diésel. Así, poco a poco, el parque de vehículos de gasolina se incrementa ligeramente y representa ya el 44% del total (aquí se incluye todo tipo de vehículos, hasta pesados, motocicletas o autobuses). Es más, 2018 fue el primer año en el que el consumo de combustible de gasolina creció por encima del diésel, un 3,3% más frente a un 2,4%.

El parque móvil de vehículo de gasolina ya supone el 44% del total.

Este informe también se refiere al paque móvil español. Actualmente el 29% de los vehículos en circulación tiene más de 15 años de antigüedad, pero esa cifra en un plazo de cinco años aumentará hasta el 43%. Son aquellos coches que se adquirieron en plena bonanza económica, cuando se llegó a matricular la cifra record de 1,7 millones de unidades. A esto se añade que en el caso del mercado de vehículos de ocasión, el 57% de las ventas se corresponde con vehículos de más de diez años de antigüedad, una cifra que precisamente se corresponde con el 59% de hogares que hoy viven en España con una renta inferior a 1.600 euros al mes y, por tanto, con menos capacidad de gasto para comprar vehículo nuevo y, especialmente, si es eléctrico.

A modo de conclusión, según el responsable de Mercado Posventa de Solera España, José Luis Gata, “si bien el mercado debe prestar atención ahora a la tecnología en los coches y a los números de sus negocios, hay que tener visión a largo plazo de lo que va a ocurrir con la electrificación para ir adaptándose a un nuevo y totalmente distinto escenario de trabajo para que la cuenta de resultados siga en números negros. De momento, el coche eléctrico es una realidad muy incipiente, pero hay que seguir de cerca su evolución y, sobre todo, qué va a quitar y aportar al sector de la posventa. Y si lo segundo no compensa lo primero, habrá que ir tomando medidas para convertirse en un taller cada vez más digital, más conectado y con información actualizada de mercado para la toma certera de decisiones”.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.