El Ferrari más rápido y efectivo de todos los tiempos resucita y lo hace por una buena causa. Tal y como ha comunicado hoy Sergio Marchionne, la marca italiana producirá y subastará el LaFerrari número 500, una unidad especial cuya recaudación servirá para ayudar a los afectados por el terremoto que sacudió el centro del país el pasado 24 de agosto.

Recordemos que el seísmo alcanzó los 6,2 grados en la escala Richter y se llevó por delante la vida de 287 personas. Además, otras 380 resultaron heridas y muchas más quedaron desamparadas después de que las numerosas réplicas derrumbaran numerosas viviendas dejando a su paso un panorama desolador.

Ante una situación semejante, Ferrari ha reaccionado como nos tiene acostumbrados, con una subasta millonaria que servirá para que todos estos afectados puedan aliviar en parte su situación. La casa del cavallino ha anunciado hoy que creará un LaFerrari más, su deportivo estrella que –recordemos– ya estaba agotado después de despachar sus 499 unidades. Finalmente serán 500 los LaFerrari producidos y en el caso de esta última unidad se espera que supere holgadamente los 1,3 millones de euros, el valor mínimo de este modelo.

Recordemos que hablamos de un hypercar híbrido de nada menos que 963 caballos de potencia y 900 Nm de par máximo, que asocia un motor V12 a otro eléctrico y que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos hasta alcanzar los 378 km/h de velocidad punta. Es uno de los automóviles más rápidos y exclusivos del mundo, a partir de ahora, también pasará a la historia por ser uno de los más solidarios.

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.