No siempre las drag race tienen que ser de deportivos con cientos y cientos de caballos. También están esos pequeños hatchbacks que para la gran mayoría de los mortales suelen ser más que suficientes para disfrutar de una buena jornada de conducción por carreteras reviradas pero ¿Qué ocurre en línea recta?

Para comprobarlo Top Gear ha decidido medir al Ford Fiesta ST, posiblemente el rey de su categoría, frente a otra garantía de deportividad en formato de bolsillo como es el Mini Cooper S.

Por un lado el pequeño deportivo de Ford cuenta sobre el papel con todas las de ganar. Tiene unos 200 CV y 290 Nm de par máximo procedentes de su motor 1.5 EcoBoost de tres cilindros asociado a una transmisión manual de seis velocidades y un Launch Control muy interesante en este duelo. Además, con una carrocería de tres puertas, cuenta con 1.262 kg de peso.

Por el otro el Mini Cooper S, la versión más potente con permiso del John Cooper Works, se queda con un motor 2.0 turbo con 192 CV y 280 Nm de par asociado a una transmisión de seis velocidades. Sin embargo sus verdaderos problemas llegan con el peso con una carrocería de cuatro puertas (y cuyo tamaño ha dejado ya de ser Mini) que le hace parar la báscula en los 1.295 kg.

¿Será ese Launch Control de Ford la clave para el resultado final de esta carrera?

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.