El grupo General Motors, que comercializa en nuestro mercado las marcas Chevrolet, Opel y Cadillac, ha sido el primero en desarrollar un sistema denominado 'MyLink' que ofrece la posibilidad de conectar un smartphone y transformar la pantalla táctil del coche en la de tu teléfono móvil.

Además de poder manejar las diversas aplicaciones desde esta pantalla, escuchar tu música o revisar tus fotos, este software es pionero porque se maneja a través de los mandos del volante e incluye, incluso, control por voz para contestar los mensajes que te lleguen desde las redes sociales o el WhatsApp.

El primer coche que va a incorporar este sistema de infotainment es el nuevo Chevrolet Impala que se presenta en el mercado estadounidense estos días con motivo del Salón del Automóvil de Los Ángeles. Desde el asiento del Impala, sólo tenemos que conectar el teléfono móvil a través de una toma USB y depositarlo en el hueco que queda tras la pantalla de todos los Chevrolet. De esta forma, fácil y segura, el teléfono irá recargando su batería al tiempo que cede toda su información al sistema multimedia del coche.

Lo mejor es el control por voz y desde los mandos del volante que promete aumentar la seguridad de nuestros conductores más adictos a internet.

Como podéis ver en este vídeo, tanto los iPhone como aquellos smartphone que lleven el sistema operativo Android se manejan de forma intuitiva desde la pantalla táctil del coche que, además, se puede configurar con cuatro ambientes distintos: Contemporary, Edge, Velocity o Main Street, en función del diseño que más te agrade.

youtubeView full post on Youtube

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.