Que el automóvil eléctrico se está convirtiendo cada vez más (y por fin) en una seria opción a la hora de comprar un coche se ve en las ventas, en una oferta cada vez mayor de este tipo de vehículos y en una infraestructura que ahora sí parece que va a hacer hacer posible su uso en nuestro país. A nivel mundial la demanda ha llegado hasta tal punto que fabricantes como GM, Renault, Hyundai, Daimler, BMW o VW han visto como la demanda ha superado sus expectativas. Pero esto no tiene por qué ser totalmente bueno, porque ante esta demanda surge un problema que sin duda resulta ser el talón de Aquiles de estos automóviles y de cualquier dispositivo electrónico: la escasez de baterías.

Hyundai vendió sólo 544 Ioniq EV en los primeros 12 meses de comercialización a pesar de contar con un número mucho mayor en preventa. El problema fue la escasez de baterías de su proveedor ante la inesperada demanda.

Tanto es así que por ejemplo el pasado año Hyundai se encontró con una demanda imprevista de Ioniq EV que no pudo satisfacer ya que la marca coreana no tenía baterías suficientes porque su proveedor, LG, no contaba con ellas. El problema fue tal que en los 12 primeros meses de comercialización del Ioniq EV en Estados Unidos Hyundai vendió solo 544 coches a pesar de contar con un número mayor en preventa. Y aunque los volumenes de producción de estas baterías aumentan se siguen sin poder evitar los retrasos en los pedidos ante la gran demanada. Y este es un problema global según relata un articulo del portal Clean Technica.

Ante esta situación existen una serie de claves como los riesgos y recompensas de invertir en fabricas de baterías porque al no contar con factorías propias ni experiencia, los fabricantes de los nuevos motores eléctricos tienen una desventaja importante en el suministro, el coste y el rendimiento de la batería, algo en lo que los fabricantes más veteranos en esta materia, como Nissan, Renault y Tesla, tienen algo de ventaja.

Tesla no tiene que depender de la experiencia de un fabricante de baterías ya que tiene un acuerdo exclusivo con un experto que lidera una investigación química probando celdas de nueva tecnología.

Por supuesto la investigación en I+D tiene mucho que decir. Así en el caso de Tesla la compañía no tiene que depender de la experiencia de un fabricante de baterías, ya que tiene un acuerdo exclusivo con un experto, Jeff Dahn, autor original de patentes de NMC, que lidera una investigación química en Dalhousie en coordinación con expertos de Panasonic probando y monitoreando continuamente celdas de nueva tecnologia.

Un aspecto clave en esta industria es que existen un grupo de diferentes compañías en diferentes niveles, que licencian los diseños y materiales necesarios para elaborar esa batería, pero generalmente no son propietarios de esas fábricas. El equipo de diseño vende o proporciona licencias a las fábricas de baterías.

Con todo ello el hecho de que Tesla cuente con la fábrica de baterías y la demanda de eléctricos más grande del mundo colocan a la compañía californiana con una gran ventaja y es en parte porque son referentes a la hora de innovar con las baterías. Y este es un campo donde las compañías tradicionales se han quemado por no tener un volumen y experiencia suficientes para hacerlo rentable. Fue el caso de GM con Envia, Daimler con Li-Tec y Nissan hasta cierto punto con AESC y NEC.

Tesla ha mostrado el modelo a seguir obteniendo experiencia y asociándose con una compañía de baterías con un acuerdo exclusivo.

Así la industria parece marcar el camino hacia un mayor volumen con el objetivo de reducir costes y poder enfrentarse a la competencia y aunque el camino hacia el éxito con la batería no es fácil Tesla ha mostrado en cierto modo el modelo a seguir obteniendo experiencia en el campo y asociándose con una compañía de baterías con un acuerdo exclusivo donde se beneficien de la producción de fábrica. Y es que sus años de previsión y experiencia en movilidad eléctrica les han valido también para estar hoy preparados ante la llegada de la fiebre eléctrica y muy pronto para lo que aún tiene que llegar con la contrucción del Gigafactory que suministrará la gran cantidad de celdas necesarias para construir sus coches. El objetivo de la compañía de Elon Musk es multiplicar por 3 la eficiencia para pasar de los 35 GWh para automóviles y 50 GWh en total a unos 100 GWh para automóviles y 150 GWh en total. Niveles de locura para responder a la demanda del Tesla Model 3.

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.