Sí, minutos. Concretamente diez minutos. Pocas veces se ha visto que alguien cometa una infracción habiendo pasado tan poco tiempo desde que saliera de concesionario con su nuevo y flamante superdeportivo. Un McLaren 600LT cuyo conductor fue detenido por la policía de Vancouver en una autopista de Canada.
El infractor de 39 años fue cazado a una velocidad de 161 km/h en una vía con un límite de 90 según relata la policía que procedió a confiscar el McLaren durante una semana, además de imponer una multa de 280 dólares, unos 246 euros al cambio. Según el informe de la policía ese McLaren 600LT había sido recogido del concesionario hacía solo diez minutos.
Pero aquí no terminan las malas noticias para este conductor que no pudo contener sus ansias de velocidad ni media hora y acabó probando todo lo que podía ofrecer el V8 3.8 Biturbo de 600 CV y 619 Nm de par del superdeportivo británico. También verá cómo el precio de su póliza de seguro subirá notablemente, y en el caso de que volviera a ser detenido por exceso de velocidad su McLaren podría ser retirado de la circulación durante más tiempo, de 30 a 60 días en cualquier lugar del país y cargando con los costes de la grua y el almacenamiento del coche. Unos costes que según las autoridades canadienses podrían traducirse en más de 533 dólares por 30 días y 915 en caso de ser 60.
Es posible que estos costes sean mínimos para alguien que puede permitirse un McLaren 600LT, peso seguro que solo con el tiempo que se queda sin coche la próxima vez acaba pensándoselo dos veces antes de volver a correr de más por una autopista pública en Canadá.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
