¿Cada cuánto debo pasar la ITV? La obligación de pasar la ITV está recogida en el Real Decreto 920/2017, que establece tanto las fechas como la frecuencia en las que cada tipo de vehículo debe acudir. La norma general es que aquellos de menos de 3-4 años desde su matriculación están exentos de pasarla, salvo algunos pesados que no tendrán que ir hasta algunos años después.

En el caso de los coches se pasa la primera a los cuatro años, cada dos si tienen entre cuatro y 10, y de forma anual al superar los 10. Dado que se trata de un trámite obligado para gran parte de los vehículos que circulan por carreteras españolas debido a la antigüedad del parque móvil que supera los 13 años, muchos conductores tienen dudas sobre cómo pasar la ITV al coche.

Dudas ante la ITV

En este contexto, desde AECA, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos han elaborado un vídeo que da respuesta a muchas de las dudas más habituales: ¿dónde la paso?, ¿qué puedo hacer antes de ir para pasarla sin problemas?, ¿qué van a revisar?, ¿cuánto cuesta pasar la ITV?

Lo primero que hay que tener claro es que no se desmonta ningún elemento del coche sino que se revisan estos elementos:

1) Identificación del vehículo: un técnico comprobará que la marca, modelo, número de bastidor y matrícula coinciden con los de la documentación oficial, la ficha técnica. Hay que acudir con los originales de la Tarjeta de Inspección Técnica y del Permiso de Circulación.

2) Exterior: carrocería y chasis: Tal y como señalan desde AECA los vehículos no deben tener defectos de oxidación y/o corrosión en elementos que se consideren afectan a la seguridad. Tampoco deben tener aristas o elementos que se puedan desprender y causar lesiones por ejemplo a peatones u otros usuarios de la carretera.

También se comprueba el buen funcionamiento de los limpia y lavaparabrisas, que las puertas abran y cierren bien, los cristales estén homologados, no presenten roturas, que los espejos retrovisores estén en buen estado, y también fijados, no sujetos de forma inestable (pegados con cinta adhesiva por ejemplo).

3) Interior: el habitáculo no debe presentar aristas ni tener desperfectos que puedan causar daños a los ocupantes, por ejemplo ante un impacto. Se comprueba el estado de los asientos, que estén bien fijados y que los cinturones de seguridad funcionan, también el sistema Isofix, para sillitas de niño, si el coche lo equipa de serie.

4) Alumbrado: mediante un aparato que se llama regloscopio se comprueba la orientación de los faros. Deben estar bien orientados y a la altura precisa, para por ejemplo evitar deslumbrar a otros vehículos. También se verifica que no existan pilotos fundidos.

5) Emisiones contaminantes: se trata de una de las pruebas que más quebraderos de cabeza supone para los propietarios de los vehículos más antiguos. Con un sistema que analiza las emisiones, mediante una sonda que se introduce en el tubo de escape, se comprueba que los niveles de emisiones sean inferiores a los establecidos de acuerdo a su fecha de fabricación y al tipo de combustible utilizado. Además, el nivel de ruido producido no debe superar lo establecido en la reglamentación vigente. Es decir el coche debe equipar un sistema de escape homologado.

6) Frenos: para comprobar su eficacia se utiliza un frenómetro de rodillos, donde se colocan tanto las ruedas delanteras como las traseras. Se verifica la potencia de los frenos para comprobar que la frenada sea superior a la mínima necesaria según el tipo de vehículo de acuerdo a una serie de parámetros.

La eficacia del sistema de frenos debe ser equilibrada entre las ruedas de cada eje para evitar que por ejemplo en una frenada de emergencia el coche gire hacia un lado. También se verifican otros elementos del sistema como el pedas o el bombín de la rueda.

7) Dirección: debe estas en buen estado, sin presentar holguras. Un técnico revisa su funcionamiento con atención a la columna, caja de dirección, rótulas, etc.

8) Ejes, ruedas, neumáticos y suspensión: en el caso de los neumáticos deben estar homologados para el vehículo que los lleva o tener medidas equivalentes. También se revisan los diferentes componentes de la suspensión con especial atención a las fijaciones, daños, fugas o protecciones. No obstante, no se revisa la presión de las ruedas.

9) Motor y transmisión: en este apartado se comprueba el estado del motor, con atención especial a las pérdidas de aceite, anclajes (silent blocks), estado general, fijación de la batería y comprobación de que no existan fugas en el depósito de combustible o en alguno de los conductos.

También, gracias a que el coche se coloca en un foso, el técnico de la ITV comprueba el estado de toda la línea de escape para comprobar que no está picado y por ejemplo se produce alguna fuga o hay ruido excesivo. También verifica que esté bien anclado para evitar vibraciones.

Por último se revisa el estado de las transmisiones para por ejemplo comprobar si hay alguna fuga.

10. Varios: en función del tipo de vehículo se verifican diferentes elementos y documentación específica como tacógrafo, limitador de velocidad, etc si por ejemplo se trata de transporte escolar, de mercancías peligrosas, etc).

Resultado de la inspección

Una vez comprobados todos estos parámetros el resultado de la inspección puede ser:

Favorable o favorable con defectos leves: en el primer caso el vehículo puede circular hasta la siguiente inspección. En el segundo se deben subsanar los defectos pero no hay que volver a la ITV. En ese caso se debe colocar la pegatina en la parte superior derecha de la luna delantera.

Desfavorable: en este caso sólo se puede circular hasta un taller para subsanar los defectos y volver a la ITV en el plazo estipulado (dos meses) para comprobar que se han reparado los desperfectos.

Negativa: se da esta situación en caso de que el coche tenga defectos considerados muy graves no podrá abandonar la ITV y será necesario que acuda una grúa para retirarlo y o bien subsanar los desperfectos o llevarlo a un desguace. El propietario es el responsable del estado del vehículo.

Una vez terminado todo el proceso se entrega al conductor una copia del informe de inspección con el resultado y la pegatina, la cual estamos obligados a llevar en el parabrisas. La ITV informa entonces a los servicios de Industria y a la DGT y, por último, se sella y firma la tarjeta de inspección del vehículo, con el resultado de la inspección.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.   

Lettermark

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.