El circuito de La Sarthe, en Le Mans, fue testigo de la primera aparición en pista del nuevo Ford GT en su variante de calle. El escenario era inmejorable y estaba cargado de significado, pues se cumplían 50 años de la victoria de su antecesor –el GT 40– en las 24 Horas de Le Mans pero es que el piloto elegido para estas vueltas de honor tampoco era un cualquiera.

Hablamos del polifacético Ken Block, uno de los pilotos de Ford más conocidos a nivel mundial quien se encargó de transmitir sus sensaciones a los mandos de este supercar en Le Mans. Vale, no dio el mismo espectáculo que acostumbra a brindarnos en sus gymkhanas, pero sacó a relucir los 656 caballos de esta bestia, derivados de su motor V6 Ecoboost de sólo 3.5 litros de cilindrada.

La unidad del GT que condujo Block contaba además con una decoración que no habíamos visto hasta ahora, con un vistoso color amarillo y dos franjas longitudinales negras que recorren toda la superficie superior de la carrocería. Recordemos que este modelo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,9 segundos y de alcanzar los 347 km/h de velocidad punta.

Una lástima que Ford no consiguiera revalidar su triunfo con el GT de carreras que logró el año pasado en la categoría GTE Pro si bien uno de sus coches, el del equipo Chip Ganassi sí subió al podio logrando la segunda posición justo por delante del Corvette C7R de Antonio García y por detrás del Aston Martin Vantage pilotado por Turner, Adam y Serra.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.