La Dirección General de Tráfico estudiará la posibilidad de instalar los radares sólo en las zonas de elevada siniestralidad de nuestras carreteras, es decir, en los puntos negros que actualmente cuentan con señalización pero la mayoría no están controlados mediante estos dispositivos, e incluso en ocasiones el firme se encuentra en mal estado.

Así lo ha afirmado su directora, María Seguí, tras la entrega de los premios "Ponle Freno" durante su cuarta edición. "Se estudiará la propuesta, por supuesto", ha confirmado a los periodistas la responsable de la DGT, que no ha querido dar su opinión sobre la iniciativa. No obstante, ha recordado las limitaciones presupuestarias que sufre la DGT y que podrían afectar a la instalación de nuevos radares.

La iniciativa por la seguridad vial reclama a Tráfico que coloque los nuevos radares únicamente en tramos peligrosos, especialmente de carreteras secundarias, para afianzar la prevención de los accidentes de tráfico en detrimento de la recaudación por multas. Otra de las propuestas de esta plataforma por la seguridad vial es la sustitución de los postes cuadrados de las señales de tráfico por otros redondos, menos lesivos en caso de impacto, o la señalización de puntos negros para los ciclistas.