Todos tenemos interiorizados varios mensajes que la DGT nos ha lanzado durante los últimos años como el “si bebes no conduzcas”, “lo importante es llegar” o “al volante evita distracciones”. Bien, pues si nos centramos en el último eslogan y tomamos como referencia sus propios datos, en 2010 se produjeron en España 608 accidentes con 684 fallecidos como consecuencia de las distracciones, un factor de riesgo aparece en el 38% del total de accidentes con víctimas.
Así se explica que en los últimos tiempos Tráfico le haya declarado la guerra a dispositivos cada vez más extendidos como los navegadores o los teléfonos móviles, cuyo uso en marcha está prohibido. Pero ya se sabe, si no puedes con el enemigo únete a él.
Ahora la DGT se apoya en los smartphones para ayudar a los cerca de 12 millones de españoles que usan a diario las aplicaciones de estos dispositivos ofreciéndoles información en tiempo real de atascos próximos, límites de velocidad o gasolineras cercanas.
La app de la DGT emplea avisos sonoros para servir esta información o alertar de posibles incidencias en la vía, incluso es capaz de enviar un SMS o correo electrónico a un contacto programado cuando llegamos a nuestro destino o conectar con el teléfono de Emergencias 112 en caso de accidente de forma automática.
La aplicación de la DGT es compatible con Android e iPhone y estará disponible muy pronto y manejará un gran volumen de información actualizada cada 5 minutos para incidencias de tráfico y cada 10 para las imágenes de sus cámaras, que también podremos visualizar desde nuestro teléfono móvil, eso sí, sin distraernos, ¿verdad?
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
