Viajamos por una concurrida carretera convencional de Noruega, concretamente en un camión equipado con cámara onboard y aunque el día es soleado, hay buena visibilidad y circulamos a baja velocidad algo realmente impactante está a punto de suceder.

El autobús que nos precede decide parar a un lado para dejar a parte de sus pasajeros, son niños y como tales, no dudan en corretear por la zona en cuanto se apean del mismo. De repente, dos de ellos toman la decisión más equivocada de su vida: cruzar por detrás del autobús y por mitad de la carretera. Uno de ellos lo hace de forma especialmente decidida algo que no pasa inadvertido para el conductor del camión que graba la escena.

Inmediatamente éste hace sonar su bocina advirtiendo que otro tráiler de gran tonelaje va directo hacia el niño. Presa del pánico, el pequeño echa a correr todavía más rápido... pero hacia la dirección equivocada. No obstante, la señal causa el efecto deseado en el otro camionero que advierte el peligro y con una pericia más que elogiable detiene su vehículo en tiempo récord para salvar la vida del muchacho.

La imagen es tan espeluznante que resulta digna de la mejor película de Hollywood pero todo sucedió así en realidad y el camión, que demostró una capacidad de frenado impresionante, se quedó a sólo unos centímetros del niño que estamos seguros de que no volverá a cruzar mal la carretera en su vida.

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