Aunque el efecto de la crisis azota a la economía interna española, las cadenas de montaje de automóviles de nuestro país han ensamblado en lo que llevamos de año 959.824 unidades, un 4,45 por ciento más que las registradas el año pasado, la mayoría de las cuales destinadas a la exportación.

En el mes de mayo, salieron de las líneas de fabricación españolas, consideradas entre las más competitivas de la Unión Europea, 217.007 unidades, lo que incrementa el resultado respecto al mismo mes del año anterior en un 8,7%, con lo cual la noticia es aún mejor por la favorable evolución de la producción automovilística.

Europa no absorbe por el momento estas exportaciones, que se destinan a mercados emergentes, en concreto Rusia, Argelia, Turquía y Méjico, principales países demandantes de nuestra producción que, en un 87%, es destinada a la exportación.