Los conductores españoles que incurran en alguna infracción por exceso de velocidad en Francia, serán multados automáticamente a partir del 1 de agosto, aunque no sea detenidos en ese momento por las autoridades del país vecino. De la misma forma, la Dirección General de Tráfico (DGT) lo hará con los ciudadanos franceses que superen los límites en nuestro país.

Este acuerdo de reciprocidad establece que los radares de ambos territorios que capten los excesos de velocidad cometidos por vehículos con matrículas del otro país, podrán ser revisados para abrir un proceso sancionador, según ha anunciado el Ministerio del Interior. Estas medidas han sido implantadas con el fin de reducir la actual impunidad de los conductores que transitan por las carreteras de otros países y cometen una infracción, que normalmente suele ser debida al exceso de velocidad.

El límite de velocidad en Francia es de 130 km/h en autopistas, 110 km/h en vías rápidas, 90 km/h en carreteras convencionales y 50 km/h en ciudad.

En Francia, como en España, cuentan con un sistema de carné por puntos para sancionar las infracciones, pero en este caso, la reforma de la legislación no variará y las multas que lleguen al domicilio de los conductores sancionados serán meramente económicas, sin pérdida de puntos. El importe a pagar por las multas en Francia suele ser similar al nuestro y dependiendo de la gravedad de la infracción, pueden ser inferiores a 90 euros o superiores a los 1.000.

Por su parte, la Unión Europea ha aprobado también una directiva que permite consultar a los estados miembros los registros de vehículos de otros países, para poder abrir procesos sancionadores.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.