La decisión fue difundida inicialmente a través de las redes sociales por un miembro de la extensa familia real wahabí, la princesa Amira Tawil, esposa del príncipe Al Walid bin Talal. El anuncio de Tawil, quien expresó su felicidad por el gesto y agradeció al monarca su decisión, coincidió en el tiempo con la publicación de una carta rubricada por un grupo de activistas saudíes en la que se pedía el indulto para Shaima. En la misiva, las firmantes instaban al monarca a "levantar la injusticia que ha recaído sobre la condenada, Shaima G. y a adoptar una decisión que permita a la mujer saudí conducir su coche".

Shaima fue condenada el martes a diez latigazos por un tribunal de la ciudad de Yeda. Ese mismo día otra mujer fue detenida y una más interrogada por la fiscalía por este mismo motivo. Además Nashla Hariri, una conocida activista, también ha sido sometida a un interrogatorio y acusada de conducir, después que apareciera conduciendo un automóvil en un vídeo difundido por la televisión británica BBC.

Hariri fue interrogada sobre su vinculación con la iniciativa "Mi derecho es mi dignidad", en la que participan decenas de ciudadanos saudíes que piden que las autoridades permitan conducir a las mujeres. El domingo el Rey Adbulah dió un discurso en el que anunció que las mujeres podrán votar en las elecciones municipales, pero no se refirió a la prohibición de conducir.