A la hora de comprar un nuevo modelo es normal que las dudas empiecen a surgir, sobre todo si tu presupuesto es muy limitado. ¿Compensa entonces pagar por determinados elementos o características cuando su precio quizá sea demasiado elevado o si realmente no vamos a darle un uso durante el tiempo que tengamos el vehículo? No desesperes, hemos aglutinado algunas de las más comunes para ver si realmente merece la pena vaciar nuestra cuenta por ellas.

1.- Asistente de aparcamiento
Según Anfac, un tercio de los vehículos en España lleva este asistente que comenzó a popularizarse en 2006. En total, hay 19 fabricantes que lo emplean en sus modelos, resultando muy útil en automóviles de gran tamaño ya sea para evitar choques innecesarios con el resto coches aparcados, como para sufrir la impaciencia del resto de conductores cuando la maniobra ‘no sale’. Su precio varía en función de la marca, el modelo y el acabado pero oscila entre los 200 y lo 1.000 euros. Merece la pena.

2.- Techo panorámico
Es un elemento muy vistoso pero útil sólo para los que ocupen las plazas traseras. Hay dos tipos: con apertura y fijos. Los primeros son más caros, de 800 euros para arriba, mientras que los segundos rondan los 600 euros. A no ser que viajes con niños o que vivas en un lugar poco soleado –algo difícil en España–, podrás vivir sin él. ¡Ah! Evita asociarlo a la tapicería de cuero por la temperatura.

3.- Cambio automático
Por suerte, las transmisiones automáticas ya no son lo que eran. Los fabricantes han mejorado muchísimo su funcionamiento, siendo más rápidas y logrando, en algún caso, rebajar el consumo medio. A todo ello, se une un confort más alto al olvidarte para siempre de cambiar de marcha. Eso sí, elige las de doble embrague o convertidor de par, son más eficaces. En cuanto a precio, son más caras, pues un Seat León con DSG cuesta 2.050 euros más que el manual... pero merece la pena.

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4.- Diesel o gasolina
Un coche alimentado por gasóleo suele costar, de media, unos 1.500 euros más que un gasolina, aunque en algunos la diferencia se dispara hasta los 3.000 euros. Saber si interesa exige calcular el coste de uso por kilómetro a partir del precio del litro de carburante y del consumo medio. En definitiva, el conductor que haga muchos kilómetros al año es el comprador ideal de un Diesel. Como recomendación, es aconsejable que dicho propietario realice unos 30.000 kilómetros al año o más para rentabilizarlo.

5.- Tracción 4x4
La adquisición de la tracción total merece la pena en determinados casos: un todoterreno o SUV que necesite moverse por zonas no asfaltadas o con condiciones climáticas adversas, para llevar el vehículo cargado o en modelos con elevadas cifras de caballos que necesitan transmitir al suelo todo su poderío. Sólo ahí, compensará pagar los más de 3.000 euros que cuesta, en muchos casos, equiparla.

6.- Más volumen de maletero
En este sentido, entendemos la ganancia de maletero como la opción de elegir la carrocería familiar del modelo. Una variante que, en el caso particular de un Honda Civic, supone un aumento 223 litros en el volumen, a la que acompaña un sobrecoste de 1.100 euros. Merece la pena.

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7.- Un motor más potente
Cuanta mayor potencia, mejor responderá el coche. Sin embargo, el aumento de caballos implica un desembolso mayor… en todo –mantenimiento, seguro, consumo–. Para saber qué potencia precisas, piensa en el uso habitual y en el tipo de conducción que practicas y así no gastarte, por ejemplo, los 900 euros que cuesta subir de 110 a 130 caballos en un Peugeot 308.

8.- Equipo multimedia trasero
Es un elemento propio de los vehículos Premium, donde llega a superar los 2.500 euros. Los menos pudientes pueden encontrarlo en otros modelos, aunque con truco... Y es que en muchos casos, sólo se trata del soporte para colocar tu tablet, opción que cuesta entre 150 y 300 euros. En cuanto a la utilidad, si tienes niños, es una buena forma de entretenerles. Merece la pena... la barata.

9.- Descapotable
Tenemos la suerte de vivir en un país en el que gozamos del sol casi todo el año. Ello invita a ver por las carreteras multitud de descapotables. Sin embargo, su utilidad queda muy limitada. Una configuración interna de cuatro plazas, con un espacio más reducido y un maletero más pequeño, son sus principales desventajas. Por ello, aunque los cabrios ‘molan’, no merece la pena pagar, por ejemplo, los 5.000 euros más que cuesta un Mini Cabrio frente al tres puertas.

10.- Asistentes de seguridad: ¿en packs o por separado?
El automóvil ha sufrido toda una revolución en lo que a seguridad se refiere. Si comparamos un vehículo de hace 15 años con uno actual, salvo el ABS, el airbag y el ESP, apenas tenía asistentes. Eso sí, muchos fabricantes aún los incluyen en la lista de opcionales de sus modelos, pudiendo adquirirlos juntos o por separado. Entre los imprescindibles están el control de velocidad adaptativo, la alerta por cambio de carril, la frenada de emergencia en ciudad o el avisador del ángulo muerto. Merecen la pena.

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11.- Eléctrico
Aunque la gama de vehículos eléctricos ha crecido exponencialmente en los últimos años, siguen contando con la gran desventaja de ofrecer una autonomía muy limitada, inferior a 220 kilómetros. Además, es necesario tener un garaje privado, o en casa o en el trabajo, para poder cargarlo todos los días. Lo bueno, que es más económico pues los 100 kilómetros te costará 1,5 euros, mientras que un Diesel sube a 5,3 euros. Por último, su mantenimiento es más barato. Aún no merecen la pena.

12.- Navegador
La comodidad de llevarlo todo integrado en una misma pantalla, sin necesidad de cables puede declinar la balanza a su favor. Pero por regla general, los sistemas de navegación integrados suelen costar el doble que el típico GPS estándar que encuentras en los centros comerciales. No merece la pena.

13.- Asientos de cuero
Al igual que con el techo panorámico, es una solución que da vistosidad al habitáculo. Pero si el cuero no es de buena calidad, se acaba deteriorando más rápido. Además, en invierno los asientos suelen estar fríos y en verano ardiendo... Todo ello sin mencionar que, normalmente, suelen costar de 1.000 euros para arriba. No merece la pena.

14.- Faros íntegros de led
Es importante probarlos antes de ver si se adaptan a tus necesidades. Son más eficientes que unos de xenón o halógenos, pero su haz de luz en distancias largas es peor. Su precio suele rondar los 1.000 euros, pero merecen la pena.

15.- Rueda de repuesto
Un menor coste y la ganancia del espacio en el maletero, han originado que el kit antipinchazos desplace a la rueda de repuesto. No obstante, muchas marcas la ofertan gratis o por menos de 150 euros.