A principios de julio, Seat comunicó que había obtenido un contrato para renovar la flota de vehículos de la policía italiana. El modelo escogido es el León, del que la Polizia si Stato ha recibido por el momento 100 unidades y los Carabinieri otros 160. Faltan por entregar 925 y el convenio acordado permite expandir la dotación hasta 4.000 coches durante los próximos tres años.

Estos León, todos provistos del motor 2.0 TDI de 150 CV, han salido con su configuración de serie de la fábrica de Martorell. Para adaptarse a los requisitos de la policía italiana, los ejemplares experimentaron a continuación una serie de mejoras aplicadas por Nuova Carrozzeria Torinese, la empresa que ha desarrollado los vehículos de las fuerzas de seguridad italianas desde 2003. Sus ingenieros contaron con la ayuda de equipos técnicos de las filiales italianas de Seat y el Grupo Volkswagen.

Un nuevo vídeo enseña qué exámenes ha tenido que superar el compacto para formar parte de la escuadra móvil de estas autoridades. El primero se centra en el blindaje. En la primera prueba se disparan balas sin piedad a 1.440 km/h contra el parabrisas de 22 mm de grosor, que tan solo se resquebraja.

El mismo resultado da lanzar rocas contra las ventanillas, mientras que las puertas resisten sin problemas los impactos de proyectiles Magnum 44 y 357 gracias a su protección B4. La secuencia prosigue con el montaje en Chivasso de los refuerzos del interior, tecnologías de comunicación y otros accesorios indispensables para los agentes.

Seat afirma que se sometieron a simulaciones de persecuciones a más de 200 km/h y a 100.000 aperturas y cierres de sus puertas y 30.000 kilómetros interrumpidos solo para repostar y cambiar conductores con los que verificar su fiabilidad.

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