La directora general de Tráfico, María Seguí apuntó ayer la posibilidad de que los nuevos límites de velocidad entren en funcionamiento este otoño y, como no podía ser de otra forma en esa época del año, habrá rebajas. El objetivo que se ha marcado el departamento es reducir la siniestralidad urbana así como la de las carreteras secundarias, ya que ambas concentran la mayor mortalidad en nuestro país, y la solución parece que pasa por una bajada drástica de los límites de velocidad.

Concretamente, la velocidad máxima de las carreteras convencionales a 90 kilómetros por hora, aunque se trate de vías con arcén de 1,5 metros, en las que podemos circular a 100 km/h actualmente. De la misma forma, la velocidad en las vías secundarias que no cuenten con este arcén será de 90 a 70 km/h y de 90 a 50 km/h para las de doble sentido que no lleguen a los 6,5 metros de ancho y no dispongan de una línea longitudinal divisoria.

En ciudad, también tendremos que estar más pendientes del velocímetro pues el límite genérico para muchos tramos pasa a ser de 30 km/h. Concretamente, en todas aquellas calles con un sólo carril y sentido único de circulación o con un carril por sentido de circulación el límite será de 30 km/h, en lugar de los 50 km/h actuales. En vías urbanas con plataforma única de calzada y acera el límite será de 20 km/h, mientras que en el resto de calles la velocidad máxima continúa en 50 km/h.

Por último, en determinados tramos de autovía o autopista, aún por definir y siempre que se reúnan determinadas condiciones, el límite subirá de 120 a 130 km/h, una modificación quizá bastante menos relevante que las otras y que sin embargo ha sido la más comentada hasta la fecha.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.