Continúan las especulaciones sobre el coche autónomo. La última nos llega por parte de los analistas de Strategy Analytics para la empresa Intel y la acaba de publicar Europapress. Los datos que aporta son interesanrtes y se basan en un estudio 'Acelerando el futuro: el impacto económico del coche autonomo' y entre otras cosas afirma que los vehículos autónomos podrían salvar 585.000 vidas entre 2035 y 2045.

El estudio también analiza el nuevo tiempo libre que surgirá dado que muchos de los conductores se convertirán en pasajeros y que este tipo de vehículos tienen un gran potencial para reducir muerte, accidentes y atascos de tráfico. Esta conclusión se establece dado que actualmente el 94% de todos los accidentes se deben a errores humanos y 1,3 millones de personas mueren al año por accidentes de tráfico.

El estudio analiza el nuevo tiempo libre que surgirá dado que muchos de los conductores se convertirán en pasajeros.

El estudio también establece que gracias a la conducción autónoma un 5% de estos se pueden evitar, solo en la década de 2035 hasta 2045 se podrían salvar 585.000 vidas.

Además de una menor mortalidad, la implantación del coche autónomo supondrá un gran impacto en la economía tanto en la posible disminución de los accidentes como en cuestiones relacionadas con la conectividad. En el primer apartado, según la Organización Mundial de la Salud –OMS– los gobiernos gastan el un 3% del PIB en costes relacionados con accidentes de tráfico, en 2017 esto se traduciría en 3,3 billones de dólares en todo el mundo.

Solo en EEUU el coche autonomo podría reducir un 1% anual los costes sanitarios.

Por ejemplo, sólo en Estados Unidos se ahorrarían 234.000 millones con la implantación del coche autónomo si estos lograsen reducir un 1% anual los costes sanitarios relacionados con los accidentes de tráfico entre 2035 y 2045.

Las empresas tecnológicas también tendrán un impacto positivo en el coche autónomo dado que la conectividad será una de las claves y los hasta ahora conductores contarán con un amplio despliegue tecnológico a su servicio. También el tráfico urbano tendrá nuevas posibilidades de conectivdad entre el vehículo y por ejemplo las señales de tráfico, como los semáforos.