Si pensáis que ya habíais visto todo en temas de radares tanto fijos como móviles, una nueva propuesta planea amenazar a todos aquellos conductores que excedan su velocidad. Por suerte, será Francia quien ponga en marcha esta controvertida idea.

A partir del próximo mes de noviembre, el Gobierno francés tiene previsto implantar 26 radares móviles en los vehículos privados pertenecientes a cualquier ciudadano del país, hasta completar una previsión de 400.

De esta forma, los vehículos patrulla operados por la Gendarmería Nacional francesa, cederán sus labores de detección a los conductores particulares. Con este movimiento, se pretende pasar de dos millones de euros a ocho de recaudación anual. Según los medios franceses, el gabinete de Emmanuel Macron invertirá 53 millones de euros, alcanzando un 82% de rentabilidad cuando el sistema esté completamente implantado. Además, según el propio Gobierno se generarán 1.000 puestos de trabajo.

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Estos nuevos radares ocultos empezarán a operar en la región de Normandia. Como era de esperar, los conductores y varias asociaciones han mostrado su disconformidad, apuntando a que este movimiento únicamente tiene fines recaudatorios. Sin embargo, el ministro del Interior, Gérard Collomb, ha justificado esta externalización: “Se reorientarán las labores de la policía hacia misiones de seguridad”.

Los conductores seleccionados (concurso público) deberán ir desde un punto hasta otro, especificado por las autoridades pertinentes, desconociendo en cualquier caso el número de vehículos que han ‘cazado’. Asimismo, no podrán desviarse de la ruta y únicamente habrá un conductor por coche.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta