Puede que modelos como el Senna o el Speedtail lo eclipsen por su espectacularidad, pero el McLaren GT, último modelo salido de la casa de Woking es un coche único en su especie y muy especial desde otro punto de vista. No solo porque sea el primer Gran Turismo de la historia de la marca, sino porque en una industria donde los grandes fabricantes de superdeportivos reciclan partes o la base de un modelo durante más de una década el GT es un coche completamente nuevo, chasis incluido.
De hecho, antes de este estreno, McLaren confesó que la idea de hacer este GT surgió a raíz de los comentarios de los propietarios del 570GT a los que les encantaba su practicidad, pero que no le habrían dicho que no a un rendimiento aún mejor. A raíz de estas opiniones McLaren podría haber hecho un 570GT más potente, pero en vez de eso decidió hacer un modelo totalmente nuevo.
Un modelo que por fin hemos podido ver y escuchar en movimiento en Goodwood, en la histórica subida a la colina de su Festival de la velocidad, dejándonos además la sorpresa de una nueva melodía de su motor V8 4.0 (con 620 CV de potencia) realmente adictiva y distinta a la de algunos de sus hermanos a pesar de que, en este caso, sí llevan el mismo motor. Una rugido más profundo posiblemente obra de su sistema de escape hecho a medida.
Junto a su rendimiento mejorado McLaren ha querido hacer en este modelo una evolución del concepto de Gran Turismo, obteniendo un confort de marcha sin rival entre los deportivos de motor central que además es capaz de ser práctico incluso en la ciudad y todo manteniendo un coche ágil y liviano.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
