Hoy en día cuesta mucho diferenciar una berlina Mercedes de otra, aunque no siempre fue así. Cuando los Mercedes aún no habían abrazado ese look juvenil y deportivo con el que han triunfado en la última década contaban con coches de apariencia mucho más lujosa y señorial. Una apariencia que traducida a los tiempos modernos nos deja un resultado mucho más interesante de lo que muchos podrían imaginar.
Te presentamos el Mercedes-Benz Icon E Concept, y antes de nada hay que aclarar que no es un prototipo real sino un ejercicio de diseño no oficial de un diseñador llamado David Obendorfer, un tipo habituado a crear este tipo de propuestas neoretro como un 600 Abarth, un BMW CS o una Citroën H.
El resultado publicado en Autocar con esta serie de imágenes es realmente llamativo, con un regreso de esos icónicos faros verticales, una clásica parrilla más cuadrada y acompañada de la estrella de tres puntas flotando encima del capó como en los viejos tiempos. La trasera también opta por reinterpresar esos clásicos pilotos traseros. Todo en un coche que recupera las proporciones de una berlina de lujo del siglo pasado.
El interior mantiene el mismo estilo de mezcla entre lo clásico y lo moderno, con un volante que a pesar de su apariencia clásica cuenta con botones y con un salpicadero en el que tampoco falta la habitual pareja de pantallas de los últimos Mercedes. Un interior de diseño minimalista que encaja muy bien con su apuesta.
Así pues esta creación, además de ser un homenaje al Mercedes-Benz W114/15 es un homenaje también a sus diseñadores Paul Bracq y Bruno Sacco, dos de los nombre más importantes en el diseño de Mercedes-Benz en su larga historia.
Además, a pesar de ser un modelo hecho por ordenador la creación de Obendorfer está hecha para construirse sobre el chasis actual del clase E, aunque lamentablemente es complicado que lo veamos hecho realidad y mucho menos de la mano de la propia Mercedes.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
