Puede albergar a un tripulante, mide 2,8 metros de alto y pesa 1.900 kilos. Si lo vemos llegar en un semáforo se parece más a una araña gigante que a un coche. Pero su creador, el ingeniero Matt Denton ha buscado construir el vehículo de intervención más eficaz. No tiene los inconvenientes de las ruedas ni de las orugas, y puede desplazarse sobre cualquier tipo de terreno por abrupto que sea.

El gran robot hexapodo inspirado en las arañas utiliza un sencillo motor turbodiésel Perkins que, con sus 50 caballos, es suficiente para aportar la fuerza hidráulica necesaria a la hora de hacer caminar al Mantis.

La eficacia es total, pero las prestaciones todavía son muy insuficientes frente a sus competidores con ruedas. Su velocidad máxima es de 1 kilómetro por hora, muy lenta aunque sea por terrenos de dificultad máxima. No obstante, una segunda fase de desarrollo mejoraría esta modestísima velocidad, triplicándola en el siguiente modelo.

La competición no será probablemente el terreno donde mejor se exprese el Mantis. Pero seguro que en el ámbito militar, la exploración o las fuerzas de rescate, le veremos evolucionar en un futuro cercano.

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