Los aficionados a los videojuegos de coches están de enhorabuena. Tras lanzamiento del Gran Turismo 5 -en el mes de diciembre- PlayStation presenta la tercera parte de la saga MotorStorm que, para quienes no la conozcan, no ofrece al jugador un concepto de carreras convencionales sino que propone todo un “combate por la supervivencia”. Además, podemos luchar frente a otros adversarios en modo on-line –hasta 16 participantes- o desde casa, gracias al nuevo modo de juego en pantalla dividida que está disponible para hasta cuatro adversarios.
Pero sin duda lo más llamativo de esta nueva entrega es que ha sido desarrollada para ser compatible con el formato 3D estereoscópico de las nuevas televisiones. De esta forma, el jugador tiene la sensación de que el escenario le envuelve y el videojuego presenta escenarios que son siempre cambiantes para que esta sensación de realismo sea mayor. Por ejemplo, podemos encontrarnos con edificios que se caen ante nosotros, personas que se cruzan en nuestro camino o charcos que nos salpican directamente y nos dejan la vista borrosa por momentos. Desde luego, después de probarlo no cabe duda de que la calidad de los gráficos en alta definición y 3D es uno de los puntos más fuertes de MotorStorm Apocalypse.
Por lo demás, el argumento del juego es muy sencillo. Un grupo de mercenarios y fanáticos de las carreras llegan a una ciudad que está siendo arrasada por un terremoto. Las explosiones, los desplomes de edificios y demás efectos se suceden mientras la mayoría de personas huyen. Un equipo de seguridad especial trata de desalojar a todo el mundo y frenar los saqueos mientras ‘nosotros’ tratamos de tomar el mando. Objetivo: sobrevivir al mismísimo fin del mundo. Sólo dispones de 48 horas.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
