James Muir, CEO de Seat, expuso ayer los resultados de la marca en 2012 y, aunque los calificó de “desalentadores”, reconoció que habían logrado reducir las pérdidas en un 51% respecto al año anterior y que la expectativa para los próximos era positiva. Todavía, continuó Muir, queda por recorrer un “camino duro” pero podemos reconducir la situación. El objetivo pasa por vender el doble de coches que en el curso anterior, que concluyó con 320.000 unidades matriculadas.
En su presentación, Muir explicó que esta situación ha sido consecuencia directa del peor año de crisis en España y se mostró optimista de cara al presente curso. Su plan estratégico pasa por dejar atrás los números rojos en 2013 o 2014 para empezar a dejar beneficios en los siguientes cursos.
“La probabilidad de entrar en rentabilidad se ha desvanecido a corto plazo. Estamos decepcionados, pero no lo está el grupo. Las circunstancias son difíciles y es natural que sea frustrante, pero mientras hay futuro hay confianza en este equipo”, subrayó Muir.
Para mejorar los resultados, Seat confía en su producto estrella, el nuevo León que llegará en esta ocasión con una gama más completa que nunca, con versiones de tres puertas, cinco puertas y familiar. Una inversión que Muir espera rentabilizar gracias a las ventas en mercados como el ruso o el chino. Eso sí, el mandatario también advirtió que los mercados emergentes “no van a rescatar a Seat” y que la marca debe consolidarse en Europa y conseguir situarse como la primera en ventas en España.
Por otra parte, la planta de Martorell también espera recibir próximamente la fabircación de un nuevo SUV por parte del grupo Volkswagen que compartirá muchos componentes con el Audi Q3 que ya se produce en estas instalaciones.
Prueba Seat Leon ST 2013: Hora de dar el estirón
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