Lo cierto es que los propietarios de automóviles pueden tomar más decisiones respetuosas con el medioambiente de lo que pudiese parecer en un primer momento. Por ejemplo, una forma es elegir unos neumáticos con una menor resistencia a la rodadura que ahorrarán combustible y reducirán las emisiones de CO2.

Así desde Nokian Tires aseguran que la resistencia a la rodadura de sus neumáticos se ha reducido en un 8% de media desde 2013, lo que equivale a los gases de escape de 65.000 automóviles.

La llamada resistencia a la rodadura hace alusión a la energía que se pierde cuando el neumátio se mueve mientras conducimos. Cuanto menor es, menos energía se pierde y menos combustible se necesita. Un menor gasto repercute positivamente en el medioambiente, en la llamada huella de carbono del conductor, dado que se reducen las emisiones de CO2, y en la economía del conductor.

La resistencia a la rodadura hace alusión a la energía que se pierde cuando el neumátio se mueve mientras conducimos.

Por ejemplo, si todos los turismos que circulan en Finlandia, Suecia y Noruega usaran neumáticos de invierno Nokian Hakkapeliitta R3 de baja resistencia a la rodadura durante la estación invernal –en lugar de unos de invierno convencionales y durante toda la vida del neumático– supondría un ahorro de combustible de casi 300 millones de litros y las emisiones de dióxido de carbono se reducirían en unas 710.000 toneladas.

En la UE diferentes estimaciones señalan que el tráfico provoca alrededor del 24% de las emisiones de gases de efecto invernadero, los llamados GEI. El objetivo es reducir sus emisiones en un 20% para 2020 en comparación con los niveles de 1990. Los objetivos más estrictos establecidos por la UE se aplicarán a partir de 2021.

En este contexto desde Nokian Tires están desarrollando compuestos de caucho más avanzados con nuevos diseños de bandas de rodadura y llantas, todo ello sin comprometer la seguridad. Se trata de buscar el compromiso entre una adherencia inferior y el mencionado ahorro, pero en determinados vehículos –principalmente los menos deportivos– son una opción muy a tener en cuenta.

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Car and Driver

Actualmente, como hemos comentado, la resistencia a la rodadura del neumático es un aspecto que influye gasto de combustible y en las emisiones de CO2 del vehículo. De hecho, según la elección se puede conseguir hasta un 20% de ahorro, en función de la letra establecida, en una escala desde la A (verde) hasta la G (roja). La primera permitiría lograr el máximo ahorro y la G el mínimo. Los marcados con esta última ya no se comercializan, al igual que los etiquetados con la F desde el pasado mes de noviembre. Asimismo, la calificación D no se utiliza en los turismos.

La etiqueta más común de neumáticos para automóviles en el mercado se encuentra en la categoría E, según datos de octubre de 2018). La diferencia es notable para el propietario de un automóvil, y no solo para el medio ambiente dado que por ejemplo un neumático de verano de esta clase que tiene una presión correcta puede ahorrar hasta 0,5 litros de combustible por cada 100 kilómetros en comparación con uno de menor rendimiento.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.