Los agentes de policía suelen estar acostumbrados a requisar vehículos, en algunas ocasiones incluso a conducirlos ellos mismos si no hay un remolque operativo. En el caso de este agente de la Policía de Nueva York parece que no quiso esperar o que no contaban con el vehículo adecuado porque cometió por varias razones un gran error.

Primero porque llevó esta moto confiscada a un detenido, sin casco, y segundo porque parece que no había montado en una moto nunca, o al menos no en una de cross como esta. El resultado son unos agresivos acelerones que dejan, primero a modo de aviso, un caballito y finalmente una perdida total del control en medio de una calle de Nueva York que deja la moto justo entre dos coches.

Quizás lo peor de todo no sea la caída en sí, sino la reacción de todos los transeúntes que presenciaron la escena, algunos incluso grabándola, otros directamente riéndose o gritando como si el suceso fuera obra del karma.

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Según la propia NYPD la moto fue encontrada abandonada en la intersección cuando alguien decidió llevársela, hasta que la policía recibió la llamada y le detuvo. Tras este incidente el agente sufrió un lesión en el hombro, por lo que necesitó atención médica. El departamento asegura que el asunto está bajo revisión interna y asegura que el agente tenía pleno derecho a montar en la moto, como en casos similares de la policía cuando deben llevarse vehículos confiscados si no hay grúa disponible.