Para alguien que acaba de comprarse un coche o una moto es muy duro separarse de su nuevo compañero de viaje especialmente si se ve obligado debido a que alguien ha decidido robar dicho vehículo. En la mayoría de los casos se trata de historias con un triste final, pero no siempre hay que generalizar.

El mejor ejemplo lo tenemos en Kamron Golbaf, un joven de 28 años con residencia en Riverside, California, que acaba de recibir una llamada inesperada por parte de la Policía no para informarle de una multa o un delito que haya cometido, sino para comunicarle que su Honda CR80 acaba de aparecer tras haber sido robada hace 17 años.

El suceso tuvo lugar en diciembre de 2001 y desde entonces nadie había tenido noticias de la moto de este chico. Según apunta el oficial Mike Lassing de CHP (California Highway Patrol), recientemente un comprador adquirió la Honda a través de un anuncio publicado en Craigslist. Después de la compra, el nuevo propietario fue al registro para realizar todo el papeleo y se encontró con la sorpresa de que el vehículo no constaba en los archivos.

Land vehicle, Vehicle, Motorcycle, Supermoto, Car, Motorsport, Motorcycle racing, Enduro, Racing, Endurocross, pinterest

Ante esta nueva situación, el comprador fue trasladado a la CHP con el objetivo de que los agentes realizaran una inspección a la moto y así dar el visto bueno a la operación. Fue en ese momento cuando el oficial Ralph Villegas llegó a la conclusión de que la Honda había sido robada. Acto seguido se puso en contacto con Golbaf y le dijo que podía recoger su moto en las instalaciones de Temecula, California, cuando quisiera.

Este caso nos recuerda a otros similares que vimos el año pasado como por ejemplo el del hombre que denunció la pérdida de su vehículo en Alemania y apareció 20 años después, o el del Porsche 924 que fue descubierto en mitad de un bosque tras haber sido robado hace más de 25 años.

Headshot of Borja Díaz
Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta