Sabíamos que Colorado, en Estados Unidos, tenía una geología especial pero lo que no nos esperábamos –y tampoco las autoridades locales– era encontrarnos allí con una roca gigante que se desprendió hasta situarse en el centro de la carretera y que deja en ridículo a la del ya mítico programa de televisión 'La Segunda Oportunidad'.

Por suerte, en esta ocasión el pedrusco en cuestión no apareció de repende para situarse en el camino de ningún conductor, aunque los ingenieros de la zona no pueden decir lo mismo. Esta formación rocosa cuyo peso se estima en más de 3.800 toneladas –se dice pronto– ha obligado al equipo de mantenimiento desplazado a la zona a plantearse algo tan sorprendente como la construcción de un bypass, básicamente para rodearla.

Por rocambolesco que parezca –con perdón de la expresión–, esta solución se plantea como la más viable y también la más económica a pesar de que se baraja un presupuesto de 1,3 millones de dólares para la construcción de la nueva carretera. La otra opción implica la detonación de la roca con explosivos, para poder fragmentarla y retirarla de sitio en el que decidió ‘posarse’. ¿Presupuesto para esta segunda vía? ¡Más de 1,5 millones de dólares!

Lo más curioso de todo es que este la gigantesca roca de Colorado se desprendió de una montaña y rodó durante más de 300 metros llevándose por delante decenas de piedras más pequeñas cuyos impactos soportó perfectamente, casi sin desintegrarse. A su paso dejó una zanja de 2,5 metros de profundidad hasta depositarse exactamente ahí, en mitad de la carretera. Pero en esta vez el suceso no lo predijeron 'Los Simpson' sino nuestro siempre recordado, Paco Costas.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.