Si echamos un vistazo a la gama ofrecida por el fabricante de Martorell, el modelo más prestacional de todos es el Seat León firmado por la división deportiva de la marca, la cual se separó el pasado año para crear modelos únicos y exclusivos con su propio sello, siendo el mejor ejemplo el Ateca. La variante más deportiva del compacto está llamada a seguir los pasos de este y mudarse de una marca a otra, algo que ha tenido muy en cuenta el preparador ABT.
Decimos esto porque el especialista alemán ha decidido utilizar las mismas herramientas que en el proyecto llevado a cabo sobre el SUV español para acoplarlas en el segundo trabajo realizado en colaboración con la nueva marca Cupra. De esta forma, el preparador anuncia las mismas cifras de potencia y par motor tanto para uno como para otro, lo que supone un incremento del 17% en comparación con los 300 caballos y 400 Nm que ofrece el modelo el Seat León Cupra R ST de serie.
Con los cambios efectuados en el propulsor gasolina de cuatro cilindros turboalimentado de 2.0 litros de cilindrada, el preparador presume de poner al modelo familiar de altas prestaciones en el mismo escalón que el vehículo de competición utilizado por Seat en el TCR. Esto es, una potencia final de 350 caballos y un par máximo de 440 Nm, es decir, un aumento de 50 CV y 40 Nm. Gracias a las mejoras introducidas el Cupra R ST es capaz de realizar el 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos y alcanzar una velocidad máxima de 260 km/h.
Otros aspectos destacados de este proyecto afectan directamente tanto al comportamiento del coche como a la estética y es que ABT ha preparado unos muelles deportivos que reducen la altura del vehículo, en 20 mm en su parte delantera y en 15 mm en la trasera, así como unas llantas más ligeras de 20 pulgadas que no le sientan muy bien y hacen contraste con la tonalidad blanca utilizada en el ejemplar de las fotografías. Estas pueden ir terminadas tanto en un acabado mate como brillante, aportando ese plus de deportividad en el coche.
Si bien es cierto que no le podemos reprochar nada a este preparador, no podemos compararlo bajo ningún concepto con el radical ejemplar que nos presentaba a principios de este año Siemoneit Racing. Nos referimos a una bestia que arrojaba sobre el asfalto nada menos que 521 caballos de potencia y un par máximo de 620 Nm, suficientes como para alcanzar los 100 km/h en apenas 3,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima superior a los 300 km/h. ¡Ahí es nada!
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
