Uno de los productos más exitosos que ha fabricado Ford en los últimos años se esconde bajo el capó del Mustang Shelby GT350. Nos referimos al V8 “Voodoo” de 5.2 litros de aspiración natural y cigüeñal plano, que es capaz de alcanzar las 8.250 revoluciones, ofreciendo una potencia superior a los 500 caballos y un sonido que nunca pasará desapercibido.
Cualquier amante de los motores pensaría que se trata de una obra de alta ingeniería que no necesita ningún tipo de mejora adicional. Sin embargo, ya hemos visto multitud de preparaciones realizadas sobre vehículos de este tipo, alcanzando unos niveles de prestaciones sorprendentes. En este caso no iba a ser diferente y los chicos de Fathouse Fabrication nos han dejado con un documento de su GT350 modificado.
Con sede en Martinsville, Indiana (Estados Unidos), estos profesionales de la mecánica han pensado que la mejor forma de darle un poco de emoción extra al V8 era con el uso de dos turbocompresores y una serie de mejoras enfocadas a maximizar el rendimiento del motor. A decir verdad lo han conseguido y es que este Shelby no se ha conformado con superar los 1.000 caballos, sino que ha aumentado su potencia hasta nada menos que 1.366 CV ¡a las ruedas!
Para conseguir todo este nivel de potencia se ha optado por forjar los principales elementos del motor, así como mejorar el intercooler, instalar una ECU Motec, optimizar el sistema de admisión y escape, ampliar el caudal de la bomba de combustible, recurrir a un embrague de alto rendimiento y optar por unos ejes de transmisión de carbono, entre otras cosas. Además, cuenta con una suspensión actualizada y unos neumáticos especiales.
Pero lo mejor de todo esto no son los números como tal, sino la prueba visual que han publicado estos especialistas mientras sometían al GT350 al banco de pruebas. Allí, el V8 ha dado lo mejor de sí y nos ha dejado con un sonido espectacular que merece ser escuchado una y otra vez. Te dejamos con el vídeo.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
