Si estás buscando un nuevo inquilino para tu garaje, no te importa gastarse una buena cantidad de dinero y lo que te atraen son ese tipo de modelos tan especiales como un Porsche 959, por ejemplo, quizás tengas que coger un vuelo y desplazarte hasta California para conseguirlo.
Del 23 al 25 de este mes tendrá lugar un evento muy importante en Monterey, Estados Unidos, celebrado por la casa de subastas Mecum Auctions. Allí habrá cientos de vehículos de lo más interesante y entre ellos nos vamos a quedar con un modelo que salió de la fábrica de Stuttgart allá por el año 1987. Además, no sólo llama la atención su nombre sino, principalmente, el precio estimado de venta que presenta.
En condiciones normales un Porsche 959 Komfort debería rondar una cifra cercana al millón de euros, aproximadamente, pero este ejemplar se sale de lo común y decimos esto debido a que los expertos de la casa de subastas lo han tasado entre 450.000 y 550.000 dólares. Dicha rebaja en el precio tiene una clara y sencilla explicación, la cual se muestra por sí sola al observar la parte frontal del vehículo.
Si echamos un vistazo rápido a su parte trasera y al lateral izquierdo no encontraremos nada fuera de lo común y seguiríamos pensando que lo que tenemos delante de nuestros ojos es una ganga. Sin embargo, el fuerte impacto que presenta en su delantera no hay forma de esconderlo, al igual que la ausencia de una de sus ruedas. Desconocemos el alcance de los daños pero dadas las imágenes no parece tener muy buena pinta, por lo que la reparación será bastante costosa tratándose de este modelo.
A su favor debemos decir que el resto del coche parece estar en perfectas condiciones, al igual que sucede con el interior y el propulsor turboalimentado de 2.8 litros con 450 caballos de potencia y tracción a las cuatro ruedas. Además, en su odómetro únicamente aparecen registradas 3.657 millas, es decir, unos 5.900 kilómetros. Veremos si encuentra nuevo dueño…
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta