Toyota Gazoo Racing restaura este Sports 800, el rey de Suzuka en los años 60

Toyota Gazoo Racing tiene actualmente trabajo y modelos de sobra para presumir, desde el TS050 del WEC, al Yaris WRC que ha vuelto a la acción, pasando por el recientemente victorioso Hilux de Al-Attiyah en el Dakar, por no citar al espectacular Toyota Supra presentado recientemente. Podríamos pensar que ya tienen suficiente, pero por lo que parece aún tienen tiempo para restaurar coches de carreras clásicos como este.

Se trata de un Sports 800 de los años 60, un simpático bólido de solo 580 kg que llegó a ganar los 500 km de Suzuka en 1966. Ese bajo peso fue clave para pasar ahorrar combustible y poder hacer toda la carrera sin parar a repostar, superando a rivales como el Lotus Elan, Datsun Fairlady, Honda S600 y Nissan Skyline GT. Buena culpa de ello la tenía un compacto motor de dos cilindros con un total de 45 CV, un volante más liviano, un carburador más grande, una relación de compresión más alta y un silenciador de flujo libre.

Sin embargo tras la gloria llegó su decadencia. Tras un tiempo esa unidad fue encontrada en este lamentable estado aunque afortunadamente la gente de Toyota se puso manos a la obra para recuperar su aspecto pasado. Eso significó reconstruir más de la mitad del coche con material nuevo además de reforzar el chasis como el montaje de la suspensión para mejorar su rendimiento en pista.

Además de todo ello Gazoo Racing también actualizó en interior del coche con un nuevo panel de instrumentos, nuevos asientos y un mejorado sistema de arranque. Y por supuesto su exterior fue repintado y ahora luce unas pinturas de guerra en rojo, negro y blanco a imagen y semejanza de los más recientes coches de competición de Toyota.

Y este es el resultado final. Una demostración de que los equipos de competición también saben cuidar de su patrimonio histórico.

Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.