Dicen que el karma nos persigue, la energía negativa que desprenden algunas personas a menudo termina volviéndose contra ellas pero por desgracia hay historias como la que viene a continuación ponen en tela de juicio tal razonamiento. Viajamos en el vehículo de una persona prudente que sin embargo, lleva varios kilómetros viendo como se increpan delante de él un motorista y el conductor de un turismo.

Ambos circulan por el carril izquierdo y a una velocidad superior a los 120 kilómetros/hora según ratificaron los testigos. En un momento determinado, el motorista lanza una patada –sí, han leído bien, una inequívoca patada– como si por un momento se creyera Valentino Rossi y se estuviera jugando el mundial de motociclismo con Márquez. Una maniobra estúpida –pensarán– sobre todo cuando estás ‘compitiendo’ contra un turismo de considerable peso y envergadura.

Bien, pues nada más lejos de la realidad. Semejante estupidez causó en el conductor del turismo una reacción a la altura de las circunstancias, es decir, todavía más estúpida. Con un volantazo de lo más inconsciente trató de zafarse del motorista como si fuera un mosquito y lo cierto es que casi lo consigue. Lo envió contra la mediana pero éste resistió el impacto mientras que a él le quedaba lo peor controlar el coche en unas circunstancias un tanto dificultosas y claro: no lo consiguió.

Su vehículo se puso completamente perpendicular, impactó contra la divisoria y se desplazó hacia atrás con el motor en llamas con tan mala suerte de que en ese momento, un Cadillac Escalade EXT se cruzó en su camino y terminó volcando. Al volante del gran 4x4 viajaba un hombre de 75 años que terminó siendo hospitalizado. Afortunadamente, sólo presenta heridas leves y se pondrá bien pero tanto el causante del accidente como el motorista –quien por cierto, se dio a la fuga– salieron ilesos. Esperemos que al menos, terminen pagando por lo sucedido.

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