Según las últimas estimaciones en españa hay actualmente unos 63.000 vehículos eléctricos que se reparten en su mayoría entre la Comunidad de Madrid y Cataluña. Aunque se trata de una cifra aun muy baja en relación al parque móvil total, las ventas no dejan de incrementarse de forma significativa, pero, ¿qué ventajas tiene realmente un vehículo eléctrico? A continuación te resumimos en 6 claves los puntos a tener en cuenta antes de adquirirlo, tal y como recoge el completo informe de Red Eléctrica de España, Guía de movilidad eléctrica para las entidades locales.

1.- Reducción de emisiones: El vehículo electrico eléctrico supone una reducción de más del 65% de las emisiones de gases efecto invernadero respecto a los convencionales, pasando de los 114,4 gr/km de CO2 de un vehículo convencional matriculado en 2016 a los 36,1 gr/km CO2 para un eléctrico. Estos valores ya permitirían cumplir con los límites de emisiones propuestos en el ámbito europeo, que son del orden de 67 gr/km de CO2 en 2030, según recoge el Reglamento (EC) 715/2017 y que serán aún más estrictos.

2.- Mayor eficiencia energética: Su eficiencia energética es muy superior a la del vehículo convencional. En términos de energía utilizada (convertida en movimiento) sobre energía repostada (la procedente del combustible o de la red), la eficiencia del eléctrico es del 60%, frente al 20% de un vehículo convencional, lo que supone una eficiencia 3 veces superior.

El vehículo eléctrico reduce la contaminación acústica en las ciudades, generada en un 80% por el tráfico.

3.- Emisiones 0: El vehículo eléctrico elimina completamente las emisiones de gases con efectos nocivos a la salud de las personas en la ciudades. Según la empresa de ingeniería medioambiental AEMA y la Organización Mundial de la Salud –OMS– en el año 2014 se produjeron hasta medio millón de muertes prematuras en los países europeos por la mala calidad del aire.

4.- Reducción del ruido: El vehículo eléctrico reduce la contaminación acústica en las ciudades, generada en un 80% por el tráfico. Es justo en las ciudades, a velocidades bajas (50 km/h o
menos), donde el vehículo eléctrico supone una mayor reducción de la contaminación acústica.

5.- Coste hasta 4 veces menor: Suponiendo una recarga doméstica, el precio del combustible para un vehículo eléctrico es de aproximadamente unos 2 euros para 100 kilómetros, frente a cerca de 8 para un mismo vehículo de combustion. Por otro lado, el coste de mantenimiento también es menor, al no disponer de elementos como aceites, filtros, correas, y por un menor desgaste de otros componentes como los frenos, como consecuencia de aprovechar la frenada regenerativa que proporciona el motor eléctrico.

6.- Mayor fiabilidad: La fiabilidad de los eléctricos se estima mayor que la de los vehículos convencionales, como consecuencia de una mayor simplicidad y menor número de componentes móviles sometidos a desgaste.