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¿Qué tiene el diseño Cupra que en tan poco tiempo ha entusiasmado a los aficionados al automóvil y también a los que no lo son tanto?
Sobre todo es la emoción que queremos dar al producto, estamos reflejando muy bien nuestra cultura de España, de Barcelona. El objetivo es crear deseo, que cuando el coche esté parado te enamores de él. Trabajamos con el vehículo casi como si fuera un humano, trabajamos con las emociones humanas para dar esa emocionalidad a un producto eléctrico.
El Cupra Tavascan Se mostró como un concept en 2019 y ya está listo para salir al mercado ¿cuál ha sido el proceso para conseguir que se pareciera lo más posible a ese concept?
Nuestra misión principal era eso, mantener la esencia del Cupra Tavascan tal y como se vio en Frankfurt 2019 y por eso hemos luchado codo con codo con los ingenieros para conseguir que todos los rasgos identificativos estuvieran en el de producción. De alguna forma Tavascan es muy especial para nosotros porque muestra el ADN y los rasgos identificativos de la marca. Es esa mirada al futuro que tiene una marca como la nuestra, que no tiene pasado y, que de alguna forma, puede soñar con un vehículo mucho más expresivo. También es la combinación de dos estilos, por una parte es un SUV y por otra el estilo de un coupé, un carácter, una energía y una fuerza muy típica de Cupra.
Puede decirse que el Tavascan es el Cupra "más Cupra", el que tiene menos elementos visuales comunes con otros modelos del grupo ¿eso quiere decir que en Cupra tiene más libertad para diseñar?
En el Grupo Volkswagen saben que cada marca tiene un carácter muy diferente y cada una de ellas debe tener una identidad propia. Por eso en Cupra estamos forjando nuestra propia identidad, muy ligada a la cultura española, con una mayor expresividad y emocionalidad y gracias a esa libertad podemos volar. Es muy diferente el caso de una marca con un pasado histórico que tienes que respetar y una marca como la nuestra que partimos de un papel en blanco y que tienes que crear, empujar hacia delante y decidir quién quieres ser. Es un reto apasionante y diferente para un diseñador.
En los primeros Cupra había un elemento distintivo e identificativo que era el color cobre o copper. Ahora en el Tavascan encontramos otro toque de diseño nuevo, el logo iluminado, tanto delante como detrás ¿va a ser este otro elemento que distinguirá a todos los futuros Cupra?
Los colores en Cupra son muy especiales y si nos fijamos no creamos tonalidades muy llamativas, no utilizamos rojos muy potentes o amarillos. Son colores muy neutros pero que siempre tienen un toque especial, nunca verás un plata normal, colores mate que neutralizan un poco el coche y para nosotros la luz es un factor muy especial. El color cobre es de alguna forma el factor que los une. Es el tono que se refleja en la ciudad de Barcelona por las mañanas y que le da ese color cobrizo. El logotipo delantero iluminado es algo muy especial porque nosotros empezamos a trabajar con él cuando era algo “ilegal” porque la normativa entonces no dejaba que hubiera tres puntos de luz en el frontal (los faros y el logo) y de alguna forma eso dice mucho de una compañía que apuesta por la innovación antes de que llegue la normativa que aprueba ese cambio. El logo iluminado será algo muy especial porque permitirá reconocer un Cupra, de noche o de día y tanto por delante como por detrás, es algo que entrará en vigor en 2024.
Estar dentro de un grupo tan grande como Volkswagen y con tantas marcas con una personalidad tan marcada cada una de ellas ¿es una limitación a la hora de diseñar un coche nuevo y en este caso toda una marca nueva?
Nosotros creemos que no y estar dentro de un grupo tan potente es una ventaja ya que contamos con una tecnología muy potente de la que podemos aprovechar las distintas plataformas que da como resultado un producto muy innovador y con unas excelentes prestaciones. Es verdad que estamos trabajando en estrecha colaboración con las diferentes marcas del grupo, también en diseño para definir de una forma clara el ADN de cada una de ellas. Eso es fundamental para que ninguna marca se pueda canibalizar y cada una tenga su terreno. En Cupra somos los más “rebeldes” del grupo y eso nos permite arriesgar un poco más en diseño. También somos “polarizantes”, decimos que no a todo el mundo le tiene que gustar el diseño Cupra pero así nos va bien porque lo que queremos es alguien que realmente se enamore de la marca.
Dentro de la ambición de Cupra está llegar al mercado americano. Hasta hace muy pocos años se diferenciaban claramente los coches europeos de los americanos o los asiáticos. Ahora que parece que los gustos en el automóvil se han globalizado ¿es más fácil llegar al público norteamericano?
Aunque los gustos se han globalizado bastante nosotros todavía vemos un cambio radical entre los productos asiáticos y, por ejemplo, los producidos en Estados Unidos. En Estados Unidos el cliente, con excepción de California, busca la funcionalidad del automóvil mientras que en Asia la parte tecnológica tiene una gran importancia. Hay que estudiar bien y adaptarse al mercado, en cuanto al tamaño hay que adaptarse a los mercados que queramos conquistar. Hay que tener muy claro quién eres y confiar en que lo que tú eres, que puedes emocionar y al final una marca basada en el ser humano tiene esas sensaciones, tanto en Estados Unidos como en China o en Europa, por eso pensamos que globalizarnos también es nuestro mercado y con el ADN que estamos conformando será algo muy positivo.
La Inteligencia Artificial está ahora en todos los debates y también ha entrado en el diseño del automóvil, ya que hay algunas marcas que la utilizan para experimentar con nuevas formas ¿Qué piensas del uso de esta tecnología en el diseño?
Siempre que hay algo nuevo surgen los defensores y los detractores pero en Cupra siempre apostamos por la tecnología y nos gusta adaptarla a lo que queremos. Por eso lo vemos como algo positivo, algo que puede inspirar. El diseñador tiene que ser como una esponja y absorber de todo aquello que hay y la tecnología es algo de lo que pueden surgir muchas cosas nuevas. Lo vemos con la conducción autónoma en una marca como Cupra en la que nos gusta conducir, que podría parecer un peligro para la esencia de la marca pero realmente adaptar esa tecnología a un uso diferente y llevarla a una “gamificación” del vehículo, en la que tu puedas aprender del vehículo y el vehículo de ti, puede ser algo muy potente.
¿La sostenibilidad condiciona el diseño?
Si que lo condiciona porque a día de hoy, cuando utilizamos materiales reciclables alguna veces también son más caros. Todos los materiales tienen que cumplir unas pruebas de resistencia y en el Grupo Volkswagen somos muy exigentes y esos materiales tienen que cumplir al 140% de lo que exige la normativa para que sean duraderos y estables. Todo esto exige hacer más pruebas pero está en la línea de nuestra apuesta por la innovación. La sostenibilidad tiene que ser un pilar en una marca como Cupra, ya que la gente joven lo pone mucho en valor. Antiguamente se podían ver interiores llenos de cromados y dorados pero nosotros realmente pensamos que los materiales sostenibles en el futuro tendrán más valor que los metales y los materiales clásicos.
A la vista de lo que ha ocurrido con el Tavascan, que fue presentado como un concept ¿podemos pensar que el Dark Rebel pueda convertirse en realidad en unos años?
Para nosotros son “visiones”, “sueños” que queremos crear. El Dark Rebel ha sido un proyecto excepcional en el que hemos reunido todo el ADN de Cupra pero mirando al futuro. Es un deportivo con silueta shooting brake y eso de alguna forma dice la ambición que tenemos para la marca de ir más lejos, de ir más allá. No hay que ver el Dark Rebel solo como un elemento estilístico sino como una demostración de ambición de a dónde queremos llegar. Nos gusta que nuestros sueños se cumplan pero de alguna forma es la comunidad la que nos tiene que apoyar para hacer esos sueños realidad.
Para terminar ¿qué coche de la historia del automóvil le hubiera gustado diseñar?
Hay muchísimos, porque ha habido grandes maestros para nosotros los diseñadores y tenemos esa influencia de toda esa maestría que ha habido en la historia del automóvil pero yo me quedaría con el Lamborghini Countach. Es un vehículo que rompió moldes y siempre aquello que va un poco en contra de lo establecido y una marca que de repente pasa de hacer tractores a hacer unas máquinas tan impresionantes es algo muy especial que dice mucho de las personas y de aquella época que era innovadora y transgresora a la vez.
Más de 30 años dedicado al periodismo del motor y el estilo de vida que siempre ha acompañado al automóvil, primero como director de tres publicaciones y ahora como colaborador. Por mucho que se empeñen en hacernos creer que los coches son simples instrumentos de movilidad, para mí son verdaderas obras de arte que provocan emociones y el primer artefacto moderno que proporcionó a la mayoría de la humanidad una forma real de libertad y de conocimiento de otros mundos, mucho antes de que existiera Internet.
