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El tsunami que ha registrado el mercado automovilístico en los últimos años, nos deja ante dilemas que jamás antes nos habíamos planteado. ¿Qué compacto es mejor compra a futuro un Subaru Solterra o un Hyundai Ioniq 5? Sin duda, estamos ante dos marcas poco acostumbradas a retarse en comparativas, pero que hoy en día presentan dos modelos realmente parejos tanto a nivel de concepto, como de estética general y mecánica. Ambos son 100% eléctricos y por tanto, ambos tienen licencia para seducir a esos clientes interesados en subirse cuando antes a la ola del gran cambio en la movilidad que tarde o temprano, deberíamos dar en nuestro país.
Pero como siempre, hay más. Y es que en Car and Driver hemos optado por estos dos candidatos al mejor compacto eléctrico que te puedes comprar, atendiendo también a otros aspectos en los que ambos destacan como son el diseño, la tecnología y el punto emocional que –teóricamente– deberían aportar sendas mecánicas con más de 200 caballos de potencia y tracción integral. Todo ello sin perjudicar el agrado de uso y la gran autonomía que prometen ambos modelos y que –recordemos– se sitúa por encima de los 400 kilómetros. Sin más preámbulos, veamos qué nos ofrece cada uno de ellos.
Subaru Solterra: cero emisiones, mucha personalidad
El Solterra llegó a nuestro mercado esta pasada primavera y lo hizo para trasladar gran parte del ADN de esta marca a un segmento completamente nuevo para ella. Así, no nos extraña que estemos ante un coche alto, con tracción integral de serie y con elementos estéticos marca de la casa tales como la parrilla hexagonal de grandes dimensiones –que ahora está carenada– unos grandes pasos de rueda con molduras protectoras de plástico, unos robustos paragolpes o unos pequeños antiniebla redondos tipo rally. Eso sí, en la zaga no busques la salida de escape del mítico Impreza ni nada por el estilo porque no la vas a encontrar. En su lugar, sí que destacan unos enormes pilotos traseros que se extienden hacia el centro del portón en la parte superior, enmarcando el estilo coupé de un coche que en vivo parece un Subaru XV venido del futuro: un buen crossover con un toque racing, pero sin exagerar.
De puertas para dentro, ese estilo propio se hace todavía más acusado. El puesto de conducción es muy particular y así, nos cuesta encontrar un ajuste de volante apropiado. Se nota que este cockpit ha sido concebido para un volante tipo yugo, pero ésta es una solución que solo pueden montar sus hermanos Toyota bZ4X y Lexus RZ y no en todos los mercados… El volante más convencional de nuestro Subaru, es asimétrico y un pelín más pequeño de lo normal, pero aún así su parte superior resta visibilidad a un cuadro de mandos digital que por otro lado, es algo pequeño y presenta una vista muy sencilla.
No obstante, una vez bien acomodados esta configuración tiene su punto juguetón, como pasa con el i-cockpit de Peugeot que ha convencido a tantos clientes. A la derecha, tenemos una pantalla central que sí presenta un tamaño generoso –12,3 pulgadas–, queda muy a mano y su manejo es preciso y más sencillo que la del Hyundai, aunque también ofrece menos opciones, claro.
En cualquier caso lo mejor del interior del Solterra son los asientos, pues tienes la sensación de estar en un coche un punto más deportivo. La separación entre los dos delanteros está muy marcada y aunque son holgados, ambos ofrecen buena sujeción lateral. Detrás, el espacio también es muy apropiado para dos adultos y acceso se ve favorecido por la buena altura libre al suelo del coche. En cambio, una vez dentro hay cierta sensación de agobio por el escaso tamaño de las ventanillas, algo que soluciona en parte su techo panorámico dividido en dos. Una lástima que éste reste algo de espacio para la cabeza. El maletero, por cierto, alcanza los 441 litros que es una cifra muy buena para este eléctrico de 4,69 metros de largo... aunque ya te anticipo que el del Hyundai es mejor.
Hyundai Ioniq 5: estilo retro, tecnología avanzada
De entrada, el habitáculo del Ioniq 5 se percibe un punto más amplio, lujoso y confortable que el del Subaru; una sensación tan grata como sorprendente teniendo en cuenta que estamos ante un coche 5 centímetros más corto. Además, la atmósfera que respiramos es todavía más futurista y el concepto de puesto de conducción, completamente opuesto al del Solterra. Aquí tenemos un volante grande y redondo, un selector de cambio por ruleta de los que hay que buscar y una gran pantalla digital doble que ‘fusiona’ el cuadro de mandos con la superficie táctil desde la que manejamos el equipo de info-entretenimiento.
Por cierto, en este punto hay que destacar los equipos de audio de alta fidelidad que equipaban nuestras dos unidades de pruebas. Este del Ioniq es el Premium Bose de 8 altavoces y es de serie en este versión. Suena de escándalo pero es que el del Subaru era todavía mejor, un Harman Kardon con diez altavoces, subwoofer y amplificador de 8 canales y es que en estos sigilosos compactos, vas a escuchar tu música mejor que en cualquier otro sitio tanto en parado, como en marcha. Pero sí se nota que ambos han cuidado con mimo este apartado, con los huecos útiles sucede todo lo contrario. El Hyundai deja muchas superficies sin cubrir debido a este diseño tan minimalista, su guantera se desliza hacia las piernas del copiloto lo que hace su uso más complicado y en el Solterra, el almacenamiento es tan limitado que de hecho, no tiene ni guantera.
Lo que sí genera el diseño interior del Ioniq 5 es una gran sensación de espacio, también detrás. El hueco de las puertas es algo más amplio que en el Solterra y el suelo es casi tan alto, por lo que el acceso es bueno. Además, nos recibe una banqueta amplia y ancha, con tres plazas muy aprovechables. Tan solo anotamos que las piernas nos quedan demasiado flexionadas y las pantorrillas al aire, pero las cotas son generosas y dotación general, un punto más elevada que en su rival japonés.
Mención aparte merecen los retrovisores digitales de este Ioniq 5 que probamos en lluvia, de noche, a la salida y entrada de distintos túneles, etc. ¡Qué bien funcionan! Está claro que al principio cuesta ver un poco la pantalla pues por instinto, tiendes a mirar a cámara –sobre todo a la de la izquierda–. Pero se nota que la marca ha posicionado especialmente bien las pantallas sobre el salpicadero y las ha dotado además de buena resolución y unos gráficos que realmente, aportan valor añadido a lo que ves; algo muy similar a lo que sucede con los sistemas de ayuda al aparcamiento similares.
Dos formas muy distintas de gustar
En marcha, el Ioniq 5 nos brinda una gran estabilidad lineal y una insonorización muy lograda, un punto más que en el Subaru, y una amortiguación muy plácida. En el Hyundai se percibe desde el primer momento una especial preocupación por mimar a sus ocupantes. La dirección es igualmente blanda, no transmite demasiada información de lo que sucede debajo de nosotros y en los giros más cerrados, apreciamos cómo el coche tiende a ‘acostarse’ en las curvas, bastante más de lo que nos gustaría. Menos mal que la tracción integral salvaguarda en todo momento un nivel de motricidad excelente. Así, se nota que el coche tira más de atrás cuando aceleramos fuerte en apoyo y nos mete hacia dentro de la curva.
Subaru Solterra VS. Hyundai Ioniq 5 - fotos
Dinámicamente, el Solterra es un punto superior porque es muy preciso de guiar y sobre todo, su suspensión resulta muy efectiva y todo pese a lidiar con una altura libre al suelo de 210 milímetros –por los 160 de su rival– y un peso en orden de marcha también prácticamente calcado –solo 5 kilos menos–. Aquí, la acción de la tracción total no se percibe de una forma tan evidente, lo que demuestra que está muy bien calibrada y que va en todo momento favoreciendo este excelente comportamiento.
Por su parte, el Ioniq 5 compensa esta desventaja con todo un as en la manga, el que le brinda su mecánica eléctrica de último desarrollo. Si la respuesta al acelerador es normalmente suave y progresiva, cuando activas el modo de conducción deportivo, sale a relucir la mayor potencia de este conjunto mecánico, que asocia dos propulsores de 101 y 224 caballos, situados en el eje anterior y posterior, respectivamente. Así, las aceleraciones y recuperaciones son más rápidas que en un Solterra que en modo “ataque” sigue respondiendo muy bien, mejorando incluso un punto su manejo, pero que en ningún caso llega a este nivel de prestaciones y además… sí que ve mermada su autonomía.
En el apartado de la eficiencia, ambos modelos arrojaron consumos energéticos similares, pero mientras el Subaru con sus 18,5 kWh a los 100 km registrados en nuestro tramo de medición habitual no ofrecía más de 310 kilómetros de autonomía real, con el Hyundai, gastamos 19 y sin embargo, nos fuimos a un rango de uso de 420 kilómetros sin problema. En este sentido, más allá del gasto de los motores, está claro que la batería marca una diferencia clara a favor del coreano, capaz de cargar más rápido y aguantar mejor, lo que da una ventaja clara a este modelo en un apartado muy relevante.
Ficha técnica del Hyundai Ioniq 5 239 kW AWD
- Longitud (m): 4,64
- Anchura (m): 1,89
- Altura (m): 1,61
- Batalla (m): 3,00
- Peso (kg): 2.120
- Maletero (l): 531/1.591
- Mecánica: Eléctrico Bimotor
- Potencia (CV): 325
- Par máximo (Nm): 605
- Transmisión: Integral/Automático 1 vel.
- Aceleración (0-100 km/h): 5,1
- Velocidad máxima (km/h): 185
- Consumo medio (kWh/100 km): 19,1
- Batería (capacidad en kWh): 77,4
- Autonomía (km): 454
- Etiqueta DGT: Cero
- Precio (euros): 65.260 (descuentos aparte)
Ficha técnica del Subaru Solterra Touring AWD
- Longitud (m): 4,69
- Anchura (m): 1,86
- Altura (m): 1,65
- Batalla (m): 2,85
- Peso (kg): 2.115
- Maletero (l): 441
- Mecánica: Eléctrico bimotor
- Potencia (CV): 218
- Par máximo (Nm): 336
- Transmisión: Integral/Automático 1 vel.
- Aceleración (0-100 km/h): 6,9
- Velocidad máxima (km/h): 160
- Consumo medio (kWh/100 km): 18
- Batería (capacidad en kWh): 71,4
- Autonomía (km): 414
- Etiqueta DGT: Cero
- Precio (euros): 62.900 (descuentos aparte)
Valoraciones de los Subaru Solterra y Hyundai Ioniq 5
A favor: Chasis y precisión de guiado del Subaru. Prestaciones y autonomía del Hyundai. Equipo de sonido de ambos. Amplitud y confort de marcha de ambos.
En contra: Escasez de huecos útiles y precios de tarifa elevados en ambos. Tacto de conducción artificial en el Hyundai. Autonomía real del Subaru.
