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Los diseñadores de Real-Motors han tratado de un llevar a cabo la elegante idea de fusionar la tecnología más avanzada de la movilidad eléctrica, con la estética y la experiencia de conducción analógica de una verdadera Café Racer. La empresa la ha bautizado como Project ARES y a pesar de ser completamente eléctrica quiere dar un nuevo sentido a la conexión real y analógica entre hombre y máquina. Lo primero que llama la atención es su diseño de formas curvas y aerodinámicas para su carenado. Los números, los grafismos y una única línea de luz roja en la parte trasera, que se enciende al frenar y sirve de luz de posición, refuerzan ese estilo limpio y elegante.
Aunque ha sido pensada principalmente para ciudad, su potencia y prestaciones le permitirán cualquier desplazamiento por carretera y autopista con total seguridad. La empresa no ha dado datos técnicos pero aseguran que sus prestaciones serán equivalentes a las de una moto de entre 700 y 900 cc., acelerará de 0 a 100 km/h en 4 segundos y su autonomía estará en torno a los 160 km. Se podrá cargar del 10% al el 80% en solo media hora.
Interruptores analógicos
En ese viaje entre pasado y futuro de la Project Ares, sus diseñadores han optado por utilizar pulsadores analógicos, para que el piloto pueda sentir mejor algunos de los pocos componentes mecánicos que todavía se pueden montar en una moto eléctrica. A pesar de ello cuenta con una pantalla digital con funcionalidad GPS integrada y conectividad total con el smartphone, por lo que no será necesario sacarlo del bolsillo para poder disfrutar de la cartografía y todas las funciones en el manillar.
La motocicleta eléctrica Project ARES de Real Motors que ilustra las fotografías es uno de los varios prototipos sobre los que se están realizando las pruebas de desarrollo. Sus diseñadores aseguran que ofrecerá numerosas características mecánicas y estéticas personalizables y aunque su precio no está definido, sus creadores esperan que esté por debajo de los 20.000 dólares cuando llegue al mercado a finales de 2025.
Más de 30 años dedicado al periodismo del motor y el estilo de vida que siempre ha acompañado al automóvil, primero como director de tres publicaciones y ahora como colaborador. Por mucho que se empeñen en hacernos creer que los coches son simples instrumentos de movilidad, para mí son verdaderas obras de arte que provocan emociones y el primer artefacto moderno que proporcionó a la mayoría de la humanidad una forma real de libertad y de conocimiento de otros mundos, mucho antes de que existiera Internet.
