Esta obra maestra de los expositores de relojes es una creación de Jean-Marc Desclaux, de la firma francesa Watch in Motion. Incluso la mesa donde se asienta es impresionante. Sus patas están hechas de fibra de carbono con tapas de válvulas de Ferrari. La web de la compañía no le ha puesto precio, pero un reciente mensaje en la comunidad online de ferraristas FerrariChat dejaba caer que su valor estaría fijado en 65.000 dólares, 60.381 euros al cambio.

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Un Ferrari se diseña para que sea rápido. Un reloj mecánico se diseña para que dé la hora. Y sin embargo, ninguno de los dos necesita cumplir con su propósito para ser admirados. Un V12 de Ferrari es una obra de arte digna de contemplación, incluso aunque no entregue sus 478 CV para llevar un coche a más de 300 km/h. Un reloj de precisión es una bonita pieza de joyería. Observar el movimiento de su mecánica a través de la caja es fascinante, incluso si no está en marcha.

Por supuesto, lo preferible es mantener estos relojes siempre funcionando. Y este V12 Ferrari convertido en expositor es la manera más impactante de conseguirlo. Cada pistón del precioso 550 Maranello se ha reemplazado con un cojín rotante que mantendrá tu reloj, de modo que podrás tener listos para usar hasta una docena de ellos en cualquier momento.

Desde luego, es toda una fusión entre la pasión por el automóvil y el entusiasmo por los relojes. Los primeros apreciarán la ingeniería y los conocimientos requeridos para construir un automóvil de primera. La misma clase de gente que aprecia las habilidades de artesanía que hay detrás de un reloj mecánico de alta precisión.

Que existan múltiples vínculos entre fabricantes de relojes y constructores de coches sólo refuerza esa conexión, Tag Heuer y Porsche, Richard Mille y Ferrari y Breitling y Bentley por mencionar algunos ejemplos. Así pues, era cuestión de tiempo que alguien destinara un bloque V12 para esta tarea.

Vía: Road & Track