Así es el negocio de los supercars, tienes que estar muy seguro antes de dar un paso en falso y esto es lo que le ha sucedido a Floyd Mayweather. El vencedor del 'combate del siglo' decidió deshacerse este verano de su Ferrari Enzo y no para hacer hueco en su increíble garaje, sino para cambiarlo por un Koenigsegg CCX-R.
Sí, Mayweather se hizo con uno de los coches más rápidos del mundo pero pagó 4,8 millones de dólares por él y soltó el Enzo por 3,2. Según hemos sabido hoy, la casa de subastas RM Sotheby que se hizo con el deportivo italiano lo acaba de colocar sólo cuatro meses después por 3,3 millones de dólares, algo más de 3 millones de euros y sobre todo, 100.000 dólares más de lo que le costó.
Es cierto que el aumento del precio está justificado parcialmente por la revisión exhaustiva que los expertos de Ferrari Beverly Hills le realizaron, con cambio de filtros y aceite incluido, pero el Ferrari Enzo de Mayweather sólo refleja 560 millas –algo más de 900 kilómetros– en su marcador y el chequeo no le tocaba hasta las 5.000 –unos 8.000 kilómetros–.
La moraleja resulta evidente, cuando tienes un superdeportivo como el Ferrari Enzo, del que sólo existen 400 unidades en el mundo, tienes que saber elegir muy bien el momento de deshacerte de él o no hacerlo jamás, claro. Hace poco el último de los Enzo producidos, con chasis número de serie #400 alcanzó un valor de 6,05 millones de dólares aunque por supuesto, el suyo era un caso especial. Algo más significativo resulta por ejemplo que el último Enzo vendido el pasado año no alcanzara los 1,2 millones de dólares. Está claro que hablamos de un modelo muy cotizado en estos momentos.
