Resulta complicado imaginar un sector en el que pueda encajar mejor un vehículo eléctrico que en un Safari. Los recorridos en coche en medio de entornos naturales suelen dejar un evidente impacto ambiental, no ya solo por el propio ruido que emite el coche, lo que puede hacer que moleste a esos animales que nos gustaría ver lo más cerca posible y que salgan espantados, sino por la contaminación que los motores de estos 4x4, principalmente diésel, suelen emitir y que como no podía ser de otra manera afectan a la larga a la naturaleza local.

Por eso las ventajas de los eléctricos con sus cero emisiones y cero ruidos son tan interesante en un mundo como el de los safaris, y aún así parece que hasta ahora a nadie se le había ocurrido, con su desarrollo actual, aplicarlos. Aquí es donde hace menos de un año entro en acción una empresa sudafricana llamada Electric Safari Vehicles, un nombre que deja más que claro lo que hacen.

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En concreto lo suyo es transformar coches de safari como este Toyota Land Cruiser en un vehículo eléctrico, y lo hacen recurriendo a las baterías de Tesla, motores eléctricos con al menos un 95% de eficiencia y el correspondiente software para vehículos eléctricos. ¿Por qué las baterías de Tesla? Básicamente porque a día de hoy son las mejores del mercado y su innovador sistema de refrigeración líquida mantiene las baterías en la temperatura ideal y al máximo rendimiento durante más tiempo además de alargar su vida útil. Un factor especialmente interesante si tenemos en cuenta las altas temperaturas de los países africanos.

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De esta manera se adapta la flota actual de estos servicios de Safaris o travesías de otra clase sustituyendo su motor diésel por un motor 100% eléctrico sin necesidad de comprar modelos nuevos y trayendo unas ventajas intangibles para moverse por entornos naturales con un impacto ambiental mucho menor. Además los costes de mantenimiento son menores que los de un coche tradicional.

Eso sí hacer esta clase de conversión no resulta especialmente barato. Teniendo en cuenta que la empresa está ubicada en Sudáfrica tiene que importar las baterías de Tesla de Europa o Estados Unidos. Al final el precio de transformar cada vehículo de safari en un modelo eléctrico es de 48.000 euros, aunque los beneficios a nivel de costes y demás que ofrece hace que según los cálculos de Electric Safari Vehícles las empresas que hagan uso de estos 4x4 transformados amorticen la inversión en cinco años. Además, sigue siendo más barato que comprar un vehículo nuevo y adaptarlo para el safari.