Si hablamos de personalización de interiores, uno de los nombres que se nos vienen a la cabeza es el de Vilner. Este especialista se ha ganado su reputación trabajando con vehículos a los que ha transformado por completo y les ha llevado al más alto nivel. Los resultados a menudo pueden ser bastante extravagantes, y por lo general se adaptan a los modelos modernos. Pero esta es una historia completamente diferente.
Decimos esto principalmente porque el protagonista es un Mercedes 250 CE de 1970, es decir, el precursor del Clase E coupé actual, y uno de los 67.000 ejemplares fabricados en este tipo de carrocería (en total se construyeron cerca de 2 millones de unidades de la generación W114). Este ejemplar fue originalmente encargado (junto a la lujosa embarcación Riva Aquarama correspondiente) por un hombre de negocios de Arabia Saudita.
El barco fue almacenado para la posteridad y se mantuvo en condiciones de clima controlado, pero desapareció en 1988. Cuando finalmente apareció casi 20 años después en El Cairo, fue completamente destruido, sin pistas sobre lo que le sucedió y cómo.
Para no disuadirse de aprovechar al máximo su redescubrimiento, en cualquier condición, el propietario envió los restos, hermosos trozos de madera de caoba y ébano, a Vilner, que se dedicó a rehacerlos para su instalación en el automóvil. No tenemos dudas de que le llevó duras y largas jornadas de trabajo, pero el resultado habla por sí mismo.
El interior del coupé ha sido completamente retapizado en cuero azul y Alcantara marrón, para resaltar mejor la madera vintage y el resto de materiales de alta calidad. También cuenta con iluminación de tecnología LED, una unidad estéreo Becker Mexico de aspecto clásico y altavoces azules brillantes envueltos en resina de policarbonato (Lexan) con borde plateado. Además, el especialista incluso hizo un bolso a juego con el coche.
En palabras del CEO de la compañía, Atanas Vilner: "Un automóvil que dice mucho de su dueño y que es un templo para el espíritu de su amado barco. Hemos creado un coche extraordinario". No podemos estar más de acuerdo con la opinión de Vilner.