El prometedor mercado de los coches voladores se está convirtiendo en todo un filón para grandes compañías pero también y para jóvenes startups que ya han mostrado prototipos realmente prometedores. El último nos llega de una compañía de origen estadounidense-israelí llamada NFT (Next Future Transportation) que ha presentado el Aska. Un coche con enormes alas plegables, tecnología eVTOL, motorización híbrida y que podría funcionar de forma autónoma.

El coche se puede usar con las alas plegadas como un coche normal y al desplegarse, haciendo uso de sus 10 hélices, junto con otras dos en la parte trasera y otros dos integrados en las alas, permiten hacer despegar al vehículo de forma vertical y volar con hasta tres pasajeros a bordo.

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Toda la potencia necesaria llega con un paquete de baterías de gran tamaño con un motor de gasolina para rango extendido que hace posible una autonomía de vuelo total de 563 km. Además el plan inicial es que cuente con un sistema inteligente autónomo para que que funcione durante los trayectos en pleno vuelo.

Si consiguen que el vehículo llegue a producción se espera que este Aska tenga un precio cercano a los 200.000 dólares, unos 176.678 euros al cambio, aunque, como ya empieza a proliferar en este mundillo de los coches voladores, también se está trabajando en un servicio de suscripción con una tarifa mensual de entre 200 y 300 dólares.

Según Guy Kaplinsky, presidente de NFT "No estamos construyendo algo para la gente rica. Estamos construyendo algo que todos podrán pagar" y todo con una forma de moverse más rápida y eficiente que apunta a convertirse en algo habitual en el futuro.

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